Rayados y Tigres, el aporte de un ‘héroe’ a la Ciudad

En la historia del Clásico Regio han existido varios personajes que ayudaron a consolidar la pasión con la que se vive cada edición del duelo entre Monterrey y Tigres, sin embargo, existe una persona que, sin su aportación al deporte local, este enfrentamiento no hubiera sido posible: el doctor Carlos Canseco González.

Originario de Tampico, Tamaulipas pero regiomontano por adopción, el destacado médico que es considerado un “héroe” por la Organización Panamericana de la Salud, gracias a que emprendió el programa de salud más importante a nivel mundial para erradicar la poliomielitis, fue también uno de los principales impulsores del deporte en la Ciudad, esto por la gran simpatía hacia uno en especial, el futbol.

Tanto es el amor que le tenía al balompié, que llegó a perder su patrimonio con tal de seguir apoyando al Club de Futbol Monterrey, equipo que resurgió de la mano del médico y otros regios, como Leopoldo Urdiales y Mario Castillejos, en 1952, tras seis años de ausencia.

“Quiero que Monterrey tenga un equipo profesional de futbol, quiero convertir el futbol en un nuevo atractivo para la ciudad y quiero que sus jugadores sean un ejemplo para su juventud”, declaró Canseco.

Contrario a lo que significa en la actualidad el futbol para la capital de Nuevo León, las personas involucradas en el proyecto se toparon en ese entonces con la falta de interés de las grandes empresas y de la afición, sin embargo lograron salir adelante y el equipo albiazul renació en la Segunda División.

No obstante, las deudas que acumulaba el club ocasionaron que el doctor se declarara en quiebra, perdiendo así su patrimonio y cediendo el control del equipo a otros empresarios en la última parte de la década de los 50.

Años más tarde, siguiendo su ideal de apoyar al deporte, el doctor Canseco fue parte del Patronato que fundó a los Tigres de la U.A.N.L., en los años 60.

En esta ocasión, sin tener alguna responsabilidad económica sobre el equipo, y con el respaldo de la Universidad, el médico solicitó el aval ante la Federación Mexicana de Futbol para que los felinos tuvieran la franquicia en la Segunda División.

De esta forma, cada edición del duelo fraternal entre Rayados y Tigres es el fruto que cosechó el doctor Canseco hace varias décadas a base de amor por su deporte favorito y el deseo de regalarle a la Ciudad un nuevo atractivo para la gente que lo hospedó.

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