Cambia la naturaleza por el arte

A pesar de que su deseo era convertirse en biólogo, Eliezer Blanco descubrió que su verdadera pasión era el arte. ‘‘Estudié un semestre en la facultad de ciencias biológicas, pero me fui dando cuenta de que no era lo mío’’, contó el joven de 27 años en entrevista con El Horizonte. ‘‘Sigo conservando el gusto por la naturaleza, pero poco a poco me fui dando cuenta que esto era lo mío’’, aseguró.

‘‘Fue una transición muy difícil, porque de la nada descubrí las artes y de la nada exploré ese camino que hasta la fecha me ha llevado a trabajar a empresas de talla internacional, cerveceras, empresas alemanas y particulares’’, declaró el licenciado en Diseño Gráfico Digital, quien en fecha reciente inauguró su tercera exposición individual que permanecerá en el Museo de Guadalupe hasta principios de noviembre.

Cemanáhuatl está compuesta por 15 pinturas y ocho esculturas de bronce y cerámica. ‘‘Cada obra tiene un significado muy distinto. Son piezas que he realizado desde 2015 hasta la fecha’’, señaló Blanco, quien compartió que está en constante aprendizaje, ya que toma talleres en la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Sobre cuánto se tarda en realizar un dibujo sobre el lienzo, Eliezer compartió que poco a poco se ha dado cuenta de que una pintura no se termina en un determinado tiempo. ‘‘A lo mejor y estoy realizando una pintura, le pongo pausa y cuando siento esa inspiración para continuarla e irla componiendo me he tardado hasta un mes en la creación’’, expresó.

Por otro lado, además de hacer pinturas y esculturas, el artista también plasma sus obras en tazas, las cuales pueden ser adquiridas en su taller o por medio de su página de Facebook, en la cual recientemente dio a conocer una creación dedicada a la perrita rescatista Frida, quien cobró popularidad luego de su labor de búsqueda de víctimas en el sismo del pasado 19 de septiembre en la Ciudad de México.

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