Chimoltrufias rockeras

Vivimos en un ambiente donde nuestros amigos son los primeros en desprestigiarnos. Si escribes un libro de superación personal, te dicen que no tienes nada que ver con eso. Si ayudas a un anciano a cruzar la calle, te dicen que eres falso. Si vas a la iglesia, te dicen que se va a caer si lo sigues haciendo. Y si de pronto notan que estás teniendo muchas buenas acciones, te preguntan si ya estás desahuciado o si vas a morir…

El problema es que de pronto te despiertas en un ambiente donde nadie se siente lo suficientemente bueno en lo que hace, pero no lo declara así tal cual, lo declaran echándole tierra a los demás, diciendo que lo que hacen otros ya está muy visto o si tiene una pizca de algo interesante, insisten en que no estás descubriendo el hilo negro.

Por el contrario, hay quienes se sienten sobrados, pero con poco encanto para caer bien, y todas las oportunidades que les caen siempre tienen signos de pesos. Y con esto no me refiero a que en determinado momento no se deba pagar por algo, me refiero a que hacerlo se vuelva un mal hábito.

Y esto podría estar sucediendo en cualquier círculo de ‘‘amigos’’, donde molestar y desacreditar, pudiera ser algo normal. Pero lo cierto es que lo veo con frecuencia en ciertos círculos de bandas de rock en Monterrey, donde la crítica o más bien grilla, no va directa, simplemente la sueltan en su zona de confort. Y por el contrario, cuando alguien sí lo hace de frente le suelen decir que se busque enemigos de su tamaño.

Tal pareciera que tener talento o sentirse bueno en algo nos diera la batuta para decir quiénes son buenos o malos, según nosotros mismos, y hacer pedazos a los nuevos o viejos talentos. En Monterrey, en muchos ámbitos nadie sabe recibir críticas, pero por ahora me enfoco en el aspecto musical del rock; decir que algo no te gusta, no te parece o que algo le faltó, pudiera representar ganarte nuevos enemigos, por ende, las lambisconerías siempre están a todo lo que da. Aunque se digan de los dientes para afuera.

Hace menos de una semana leí una crítica directa para Caifanes y El Tri, donde alguien pedía que ya se retiraran, y las opiniones estuvieron encontradas. Lo cierto es que una cosa es la crítica y otra la opinión personal de alguien, ya que una crítica se basa en el conocimiento y trayectoria de a quien en todo caso se hace la crítica, lo cual te declara un conocedor del tema. Aunque en la música, particularmente en el rock de Monterrey, me toca ver y escuchar muchas ‘‘Chimoltrufias Rockeras’’, que como dicen una cosa, dicen otra y niegan lo anterior aunque haya pruebas que lo demuestren.

En fin, criticar no es aventar veneno nada más así porque sí, se refiere a la opinión de un experto, ejerciendo su libre opinión del tema y esto no necesariamente puede afectar al talento del que se habla, ya que a veces como muuuuchos lo hacen, es preferible ignorar antes que dar un espectáculo en público o en redes sociales, como ahora se está viendo mucho, sobre todo en Facebook.

Sigamos hablando de música.

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