Escena

Dan a conocer códices mayas

El INAH publicó réplicas de algunos escritos de la antigua civilización prehispánica


  • 07
  • Octubre
    2018

EI Instituto Nacional de Antropología (INAH) presentó réplicas de los códices Tonalámatl de Aubin y Dresde, y el libro El Códice Maya de México, que incluyen los estudios científicos y humanísticos más recientes de los manuscritos prehispánicos.

Las publicaciones, que se mostraron en la edición 29 de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, tienen el objetivo de difundir esos documentos que tienen un acceso limitado, incluso restringido a muchos de los investigadores que los estudian.

En el mundo sólo se conocen cuatro códices prehispánicos mayas: París, Madrid, Dresde y Maya de México, “los cuales bastan para trabajar en ellos por al menos 100 años más”, explicó el epigrafista Érik Velásquez.

La Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH) es el espacio que resguarda a los códices Maya de México y Tonalámatl de Aubin, y se ostenta como el mayor acervo de estas piezas a nivel nacional, mientras que el código Dresde se exhibe en la Biblioteca Real de Dresde en Alemania.

El facsimilar del Códice Dresde no está a la venta en formato físico, pero se encuentra disponible al público en una página electrónica diseñada por la BNAH. Los documentos forman parte del acervo histórico de civilización maya.

El Código de Dresde es el más antiguo y mejor conservado que se haya descubierto hasta el momento.

Se le denominó de tal manera luego de que fuera adquirido en 1739 para la biblioteca de la corte de Dresde, en Viena, como un ‘‘libro mexicano’’. Sin embargo, no fue sino hasta 1853 que se lo identificó como un escrito de la cultura maya.

Está compuuesto de 39 hojas, y mide alrededor de 538 centímetros de largo.

Originalmente estaba doblado en forma de acordeón. El soporte sobre el que está escrito, amatl (amate), es similar al papel y se obtiene mediante un proceso de remojado y machacado de fibras de higuera.

Es uno de los más complejos, ya que tiene jeroglíficos, números, figuras y calendarios de rituales.

Además, contiene cálculos astronómigos como los eclipses del Sol y de la Luna, así como instrucciones relativas a las ceremonias del año nuevo y descripciones de los lugares del dios de la lluvia. (Con información de Agencias)



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