Escena

Drama, romance y amistad

La serie que lanzó las carreras de Michelle Williams y Katie Holmes sentó las bases para las producciones juveniles


  • 17
  • Enero
    2018

A inicios de los años 90, Beverly Hills 90210 era la serie de facto para los televidentes juveniles de la época, pero cerca del final de la década, un programa televisivo se alejó de la frivolidad asociada con los adolescentes y se enfocó en sus preocupaciones, como la amistad, la búsqueda de un alma gemela y la incertidumbre de convertirse en adultos. Éstos fueron algunos de los conceptos que definieron a Dawson’s Creek, una icónica producción que cumplirá 20 años de su estreno este mes.

La serie, que lanzó las carreras de Michelle Williams y Katie Holmes, tuvo como protagonista a Dawson Leery (James Van Der Beek), un joven aspirante a cineasta que creció junto a sus mejores amigos Joey Potter (Holmes) y Pacey Witter (Joshua Jackson) en el pueblo ficticio de Capeside, Massachusetts.

A lo largo de sus 128 episodios, el drama tomó forma a través de las relaciones de sus personajes, ya que compañeros de clases como Jen Lindley (Michelle Williams), se convierten en inseparables acompañantes en el proceso de la madurez y los retos que conlleva, así como romances, traiciones e incluso la muerte.

Uno de los aspectos que destacó en la serie fue el hecho de que, a pesar del título del programa, Joshua Jackson y su personaje fueron considerados como los verdaderos protagonistas, ya que su desempeño en la historia llegó a eclipsar al propio Dawson. Por este motivo, los críticos y fans trazaron un paralelo con Beverly Hills 90210, en la que Luke Perry se sobrepuso a la figura de la estrella Jason Priestley.

A pesar de que encantó a sus espectadores, quienes siguieron la producción hasta su final en 2003, hubo críticos que manifestaron su negativa al contenido de la serie, al considerar que sus diálogos contenían demasiadas situaciones adultas, tales como relaciones íntimas entre los jóvenes y el uso de drogas y alcohol. Con ello, Dawson’s Creek dejó las bases que definirían a otros dramas juveniles, tales como One Tree Hill y The O.C., que mostraron una visión más realista del duro viaje a la madurez.


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