El Aluminio: su relación con el Alzheimer

Durante mucho tiempo se ha sabido que el aluminio es un neurotóxico y existe bastante evidencia que muestra que la exposición crónica es un factor en muchas enfermedades neurológicas, incluyendo la demencia, el autismo, Alzheimer y el Parkinson. 

Un estudio reveló que un hombre de 66 años desarrolló una forma agresiva de aparición temprana de Alzheimer después de haber estado expuesto al polvo de aluminio, lo que causó que los científicos concluyeran que ‘‘se sugiere un papel importante del sistema olfativo y pulmonar en la acumulación de aluminio en el cerebro.’’ Esta no es la primera vez que se han encontrado niveles altos de aluminio en los tejidos de una persona muerta por la enfermedad de Alzheimer. 

En el 2004 niveles de aluminio fueron encontrados en los tejidos de una mujer Británica que murió a causa de la aparición temprana de Alzheimer.  Esto fue después de que 16 años antes un incidente industrial arrojara 20 toneladas métricas de sulfato de aluminio en el agua potable local. 

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el adulto promedio en los Estados Unidos consume cerca de siete a nueve mg de aluminio al día a través de los alimentos y una cantidad mucho menor del aire y el agua. Solo un porcentaje de aluminio que ingiere oralmente es absorbido por su cuerpo el resto es llevado a su tracto digestivo, siempre y cuando este en buen funcionamiento.

Si usted cocina sus alimentos en papel aluminio, está introduciendo su propia contaminación.  Las carnes rojas cocinadas en papel aluminio han mostrado aumentar sus niveles de aluminio de un 89% a 378%. El pollo aumenta sus niveles de 79% a 214%. Los niveles de aluminio aumentaron por la cocción a temperaturas altas y por tiempos prolongados.

Así como otras toxinas, el problema no se trata de una exposición esporádica sino del efecto acumulado de muchas pequeñas exposiciones con el transcurso del tiempo, lo que puede ocasionar una carga excesiva de este metal tóxico y desgaste de su salud. No debería sorprendernos que las personas con toxicidad de este metal muestren muchos de los mismos síntomas que la demencia, Parkinson, TDAH, autismo y otras enfermedades degenerativas ya que el aluminio se concentra exactamente en estas áreas de su cerebro y sistema nervioso.(Con información de Agencias)

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