Escena

El rock mexicano nació idiota

La falta de identidad del género, caracterizada por traducciones de canciones en inglés durante su infancia, tomó forma a través de las bandas de diversas regiones del país


  • 30
  • Septiembre
    2017

Salvador “Chavalin” Fuentes, quien se dio a conocer en los años 90 por ser uno de los guitarristas fundadores de bandas como Los Micos y posteriormente de Vampira X, fue el primero que me sorprendió con esta frase: “El rock mexicano está como está, porque nació idiota”, para mi gusto ¡bastante irreverente y con cierta verdad a la vez! “Los grupos de entonces –continuó– empezaron a copiar la música hecha por los gringos e hicieron traducciones de letras como para niños de siete años, mismas que no tenían nada que ver con el contenido original. Canciones como Popotitos, Bule Bule y temas de grupos como Vianey Valdez, Los Reno y Enrique Guzmán, entre casi toda la mayoría de las propuestas, eran graciosas. Pero ya al cumplir 18 o 20 años, no lo eran tanto. Algo andaba mal, algo traían mal en la cabeza y toda esa gente se creyó así. Yo soy de otra generación y veo muchas conductas de mi papá en ese tipo de música de la época”.

Siempre hay rasgos ‘de la época’ en la conducta de las personas de cada brecha generacional, su manera de bailar, de caminar, de leer, de hablar y en general todo el comportamiento propio. Todos estamos marcados conductualmente por el tiempo en que nos tocó vivir y el ambiente del mismo. Aunque cabe destacar que hay grupos generacionales que han impactado más de un siglo de vida musical y por lo tanto conductual, ya que los fans tienden a imitarlos en todos los aspectos de su vida personal.

Algo me hizo atar cabos en otra entrevista posterior, fue la que le hice a Luis Carlos López, conocido como “Maico”, quien llevó la logística (apoyado por Instituto de la Juventud de Monterrey) de aquel polémico concurso de bandas regiomontanas realizado en 1994, efectuando sus eliminatorias en la Macroplaza y la final del mismo en el Gimnasio Nuevo León, donde participarían más de 120 grupos que representaban casi en su totalidad lo que en ese entonces había activo en el rock regiomontano, previo a lo que polémicamente se conoció como La Avanzada Regia. ‘‘Maico’’ dijo ser en ese momento director de cultura del ISSSTE, y durante la entrevista me comentó sus impresiones del rock hecho en CDMX, Guadalajara y Monterrey:

“El carácter atrabancado de Monterrey se refleja en la música. Yo veo que en la música hay gente fresa que hace cosas maravillosas y gente de barrio que hace cosas muy ‘bolas’ y eso no tiene que ver nada con la creatividad, tiene que ver más con el compromiso de hacer las cosas bien. Por ejemplo, el rock de CDMX es un rock chistoso, así medio payasón. Quizá sea el afán capitalino de llamar la atención en una ciudad donde el anonimato es tremendo. Aquí en Monterrey el sonido de la música es más duro y más gordo, yo veo el rock de Monterrey hecho sin concesiones. Puede haber músicos muy buenos, pero si no hacen música desde las tripas, poniéndole algo de visceralidad, no me dicen nada”, comenta ‘‘Maico’’.

Una tercer entrevista, muy reciente con Guillermo Salinas “Willie” o “Willón” –destacado baterista de grupos como Los Brujos (1966), El Camino (1974) y La Recurrencia (1995)–nos contó que cuando Los Brujos grabaron su primer disco en 1967, la manera de seleccionar las canciones era muy rara para él: “Nosotros habíamos grabado nuestro primer disco LP, nos había firmado una compañía de la Ciudad de México y la manera de programar las canciones en el radio de Homero González (QEPD) era así: –La canción Vuelve a Mí de Los Reno es un cover de The Beatles, prográmala. Muévanse Todos de Vianey Valdéz es otro cover de The Beatles, prográmala… El Swam a Gogo es una canción original de Los brujos, ésa no la metas.

“No querían, según ellos que hubiera un hueco en la programación con canciones desconocidas, ésa era su visión de entonces. Fuimos, si no el primero, de los primeros grupos en grabar casi un disco todo original, y eso nos afectó, estábamos muy adelantados a la época. Es muy raro esto, pero así era antes”, recuerda Guillermo, ya que sólo querían programar covers de grupos estadounidenses, italianos o franceses.

“Entonces eso provocaba que no hubiera canciones que fueran éxitos originales de grupos mexicanos, a nosotros nos hicieron pensar que habíamos planificado mal nuestro disco, por haberlo hecho en su mayoría con canciones originales y nos pesó mucho entonces, pero fuimos vanguardistas en ese aspecto”, precisa.

Si a esto le sumamos que las traducciones al español eran ridículas, aquí cabe la opinión mi amigo “El Dobber” quien explica lo siguiente: “El rock de los 60 es lo mismo que reggaeton en la actualidad, tres acordes y letras para idiotas”, quien comenta que al rock lo parieron Yupis (hijos de papi) y por otro lado hippies, o sea, nadie comprometido realmente con la música. “Creo yo que ambos iban por lo mismo, por ligarse chavas y por fumarse o meterse lo que sea y no por aprender realmente música, su conocimiento de música del 1 al 10 debió haber sido 3. Creo que los que se salvan son Javier Bátiz, La Revolución de Emiliano Zapata y Carlos Santana, porque se nota en sus producciones.

Podríamos hacer un libro al respecto, pero por lo pronto podemos ponernos a reflexionar un poco lo antes mencionado. Esto más que crítica, es un cuestionamiento del género.



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