Escena

Exhortan la detección temprana de sordera

Especialistas señalan que, por medio del proceso realizado a bebés, se pueden evitar complicaciones en el lenguaje durante el crecimiento


  • 12
  • Agosto
    2018

La pérdida del sentido auditivo es un problema de salud que si se detecta en los primeros seis meses de vida, las niños pueden desarrollar las mismas capacidades de lenguaje que sus compañeros normoyentes.

La detección oportuna es determinante y lo ideal es que a todos los recién nacidos se les aplique un procedimiento sencillo y rápido, una prueba denominada Tamiz Auditivo Neonatal e Intervención Temprana (TANIT) que no causa dolor ni molestia.

Es prueba se realiza con Equipos de Emisiones Otoacústicas, o bien, con equipos de Potenciales Evocados Auditivos Automatizados que registran si existe disminución auditiva.

No obstante y aún cuando la Secretaría de Salud cuenta con un programa específico para aplicar la prueba, no existe obligatoriedad y no se aplica en todos los niños.

Gonzalo Corvera, especialista de Otología y Neurotología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó la importancia de identificar problemas auditivos en los recién nacidos.

Lo ideal es que a todos los recién nacidos se les haga una prueba auditiva, y las tres más útiles en bebés son la impedanciometría o otoemisiones acústicas, pero el especialista hizo recomendaciones a los padres de familia que pueden ayudar a identificar problemas.

Se debe sospechar de un problema auditivo en un bebé que al mes de edad no interrumpe su actividad espontánea ante un sonido.

Lo anterior se refiere a que, si a los dos meses el bebé no parece escuchar a quien le habla; que a los tres meses no voltea a ver a quien le habla, que a los cuatro no cambia de actitud según los tonos de voz; que a los cinco meses no responde a su nombre; que a los seis no reconoce palabras como ‘‘adiós’’, ‘‘papá’’ y ‘‘mamá’’.

“En general cualquier infante que parece no estar aprendiendo a hablar al ritmo de otros bebés de su edad, debe ser evaluado por posible pérdida de audición”, afirmó el especialista con posgrado en cirugía del oído.

Mencionó que de no recibir atención los niños, su desarrollo se ve limitado.

“Se les dificulta enormemente el interactuar y aprender del medio ambiente, y su comprensión queda tan restringida, que en diversas ocasiones será nula”, advirtió.

Según la Secretaría de Salud (SSA), se considera que entre dos y tres niños de cada 1,000 nacen con pérdida auditiva de severa a profunda, en tanto que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que alrededor del 60 por ciento de las pérdidas de audición en la niñez se podrían evitar con medidas de prevención. (Con información de Notimex)



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