Escena

Fallece el poeta del manga

El creador de obras como La Montaña Mágica y El Gourmet Solitario, utilizó sus trazos para narrar historias entrañables dirigidas a un público adulto a través de un medio tradicionalmente juvenil


  • 11
  • Febrero
    2017

El dibujante japonés Jiro Taniguchi, uno de los más conocidos en el mundo y autor de clásicos de obras como La Montaña Mágica o Barrio Lejano, murió hoy a los 69 años, informó la editorial de sus libros en Francia. Nacido el 14 de agosto de 1947 en la prefectura de Tottori, Taniguchi fue un ‘‘puente entre el manga y el cómic occidental’’, a juicio de su editorial, además de un ‘‘maestro del género’’ en todo el mundo.

Autodidacta, el autor se caracterizó por abordar un gran número de géneros en sus libros, marcados por un especial énfasis lírico, lo que hizo que se le conociera en algunos círculos como ‘‘el poeta del manga’’. Taniguchi aprendió el oficio junto a Kazuo Kamimura, gracias a quien entró en contacto con el cómic occidental, del que adoptaría la riqueza de los decorados en cada viñeta.

Orientado a un público adulto, las narraciones de Taniguchi destacan por sus personajes naturales y profundos, muy diferentes a los protagonistas del manga juvenil, y por la complejidad de historias aparentemente sencillas. Fue ampliamente reconocido en Francia, donde tenía una legión de seguidores, no sólo en la gran cita del sector, el Festival internacional del Cómic de Angulema, sino a través de varias exposiciones sobre su obra.

‘‘Si el humanismo que atraviesa su obra es familiar para sus lectores, se conocía mucho menos al hombre, de natural reservado y más proclive a dejar hablar a sus obras’’, señala el comunicado, que recuerda que el autor sólo dejaba su habitual discreción para hablar con pasión y entusiasmo sobre todo lo relacionado con los cómics.

Autor de El Rastreador o El Gourmet Solitario, el año pasado recuperó al protagonista de este último, Goro Inokashira, para firmar Paseos de un Gourmet Solitario, el cual relata la historia de un comerciante que recorre las calles de Tokio y otras localidades japonesas, para visitar a sus clientes y disfrutar de la comida nipona, que se va transformando en todo un análisis de la sociedad de ese país. (Con información de EFE)





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