Escena

Hace 25 años Cantinflas nos dijo adiós

Con su alter ego, Mario Moreno conquistó a México y al mundo a través de un personaje que mantiene su vigencia y cuyos zapatos nadie ha podido llenar


  • 19
  • Abril
    2018

El talento no conoce idiomas ni fronteras y muestra de ello fue la forma en que Cantinflas se convirtió en un ídolo global de la comedia. A 25 años de su muerte, un día como hoy, pero de 1993, los medios internacionales como el periódico El País aseguró que Mario Moreno, nombre del Mimo de México y quien murió a los 81 años, era tan querido en España como en su país natal.

Uno de sus primeros pasos a la internacionalización ocurrió en el filme La Vuelta al Mundo en 80 Días (1956), película que coprotagonizó con el británico David Niven y en el que mostró sus dotes cómicas, con las que fue premiado con un Globo de Oro como Mejor Actor. Su fama fue tan prominente que el nombre en sus créditos fue Cantinflas, y no el de Mario Moreno.

Aunque hizo un segundo intento en Hollywood con la comedia Pepe (1960), la cinta pasó sin pena ni gloria en el mercado estadounidense. Sin embargo, Moreno sí triunfo en su faceta como productor con la empresa Posa Films, misma que logró un acuerdo con Columbia para la distribución de clásicos como El Analfabeto (1961), El Padrecito (1964) y Su Excelencia (1967), las cuales aún generan regalías y que desataron un conflicto por su posesión entre los herederos del actor.

Muestra de ello fue el pleito legal de 21 años que sostuvieron su ya fallecido hijo Mario Moreno Ivanova y el sobrino de Cantinflas, Eduardo Moreno Laparade, quien ganó en 2014 el juicio que lo nombró como sucesor de los derechos de 39 películas y sus ganancias económicas desde la muerte del Mimo de México en 1993 a causa de cáncer de pulmón.

Sin embargo, el legado del actor no se limita a entrañables filmes de antaño, ya que además está incorporado a la cultura popular del país. En 1992, la Real Academia Española definió como ‘Cantinflear’ el ‘‘hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada con sustancia’’, otorgándole así su lugar al particular estilo verbal del personaje.

A 25 años de su fallecimiento, nadie ha llenado los zapatos de Cantinflas; el propio Mario Moreno invitó a nuevo talento a que lo intentara, en una entrevista que le realizaron en 1992. “Cantinflas no es el sombrerito, ni la gabardina, ni la camiseta, ni los zapatos ni es el pantalón; lo que he mencionado se lo presto al mejor actor y ya, que haga a Cantinflas”, sentenció.



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