Escena

Lucha y sacrificio por la libertad

El llamado a las armas del cura Miguel Hidalgo fue la piedra angular de un conflicto de 11 años con el que se buscó erradicar el yugo español


  • 14
  • Septiembre
    2017

Aunque hoy se realiza el tradicional festejo, la madrugada del 16 de septiembre de 1810 no fue exactamente un día de fiesta en la Nueva España, sino el inicio de un periodo de guerra y sacrificios que se prolongaron por más de 11 años, ya que fue hasta 1821 cuando nuestro país se liberó del yugo de los españoles, con lo que logró la Independencia de México.

La desigualdad económica entre grupos de criollos y miembros de comunidades indígenas que padecieron hambre y explotación por parte de los españoles sembraron la semilla del cambio. Durante la conocida conspiración de Querétaro, Miguel Domínguez, su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, Juan Aldama, Ignacio Allende y Mariano Abasolo, eligieron a Miguel Hidalgo para encabezar el movimiento de Independencia, iniciado con el grito de Dolores.

Este conflicto armado se vio caracterizado por los cruentos enfrentamientos del ejército insurgente, como la toma de la Alhóndiga de Granaditas, la batalla del Monte de las Cruces y la del Puente de Calderón, así como la división de los combatientes, su captura y fusilamiento, lo que no logró eliminar el impulso de la insurrección, pues nuevos combatientes se unieron a la lucha.

Uno de ellos fue José María Morelos y Pavón, encargado la lucha armada en diferentes frentes junto a Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, quienes entraron triunfantes a la Ciudad de México con el Ejército Trigarante. Por ello, más que ser nombres de calles y monumentos en plazas públicas, se trata de los hombres que combatieron al dar su vida por la libertad, y hoy son los invitados de honor en las fiestas patrias.



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