Escena

Mantén joven a tu cerebro

Es fundamental evitar hábitos nocivos, como el alcohol o el tabaco, y dormir al menos ocho horas al día, sin interrupciones


  • 17
  • Febrero
    2017

El cerebro es un órgano muy complejo que, junto al sistema nervioso, ejerce una amplia variedad de funciones vitales que nos permiten tener habilidades tanto físicas como mentales. Se considera el centro de control de todo el organismo. Y es que no solo es la base de la memoria y el pensamiento, sino que participa en el trabajo de otros sistemas importantes.

Lo que algunos no saben es que la práctica de buenos hábitos a lo largo de la vida resulta muy beneficiosa para conservarlo en buen estado, incluso en la etapa de la vejez. Aquí te compartimos algunas recomendaciones para que empieces a cuidarlo desde ahora:

1. HACER ACTIVIDADES FÍSICAS 

Mejora la circulación, aumenta la oxigenación de las neuronas y evita su desgaste prematuro.

Produce nuevas conexiones cerebrales, estimula la segregación de sustancias químicas que promueven el bienestar

Evita la atrofia del hipocampo, impulsa su crecimiento y, de paso, refuerza el pensamiento creativo.

2. DIETA SALUDABLE

Asegúrate de ingerir alimentos con abundantes fuentes de:

- Proteínas de alta calidad

- Ácidos grasos omega 3

- Fibra dietética

- Vitaminas

- Minerales

- Antioxidantes

- Agua

3. DESAFIAR A LA MENTE

Toma en cuenta algunas actividades como:

- Aprender nuevos idiomas

- Leer un libro

- Resolver operaciones matemáticas

- Tocar un instrumento musical

- Aprender canciones

- Escribir textos

4. EVITAR MALOS HÁBITOS

Consumir alcohol y tabaco disminuye el buen funcionamiento del cerebro. Las toxinas que contienen estos productos viajan a través del torrente sanguíneo y, por lo tanto, afectan la salud de las células. Tener una buena calidad de sueño, no inferior a 8 horas diarias, brinda interesantes beneficios en la salud cognitiva.

5. PRACTICAR MEDITACIÓN

Las técnicas de meditación se han convertido en buenas aliadas de la salud cerebral, ya que ayudan a combatir de forma directa los desequilibrios que conducen a padecer ansiedad y estrés. Respirar profundo, estar en un lugar tranquilo y concentrarse con algunos ejercicios son formas simples de practicar este hábito.



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