¿Qué tipo de música escuchas y cuál estilo detestas?

Empezaré mi texto con cuatro preguntas muy similares: ¿Qué música escuchan nuestros abuelos?, ¿qué música escuchan nuestros papás?, ¿qué música escuchamos nosotros? Y, ¿qué música escuchan nuestros hijos?

Podemos pensar que la música buena es generacional, o sea, que traspasa las barreras del tiempo y no pasa de moda, y eso sólo es verdad hasta cierto punto, ya que no a todas las personas les gusta el mismo tipo de música.

Nuestros abuelos han permanecido aferrados a sus canciones y artistas de antaño, interpretando esos boleros o canciones de tríos; que quizá nosotros en ningún momento pudimos consumir, aunque los abuelos se la pasen diciendo que eso era verdadera música. Nuestros papás están un poco más apegados al rock y baladas de los 60 y 70, a la fecha ¡niéguenmelo!, los siguen consumiendo. Nosotros generalmente hemos sido impactados por los grupos ochenteros y noventeros y, ¡acéptenlo!, nos la pasamos diciendo que es la mejor música que ha existido. Por su parte, nuestros hijos escuchan más música creada en el 2000 o 2010 hacia adelante, y la verdad sea dicha, ¡nos la pasamos diciéndoles que lo que ellos escuchan es puro mugrero; que la música de nuestros tiempos sí era verdadera música! O sea, que sin darnos cuenta estamos criticando lo nuevo, porque rompe el molde de lo que nosotros acostumbramos a oír.

Ya nos imagino por ahí del 2040 o 2050 diciendo: “Pongan una de losh ooshentash o noventash”, tal como lo hacen nuestros abuelos o nuestros padres. Vuelvo a preguntarles: ¿la música es generacional?, yo creo que sí, pero sólo cierto tipo de ella. Es decir, la que está bien hecha. ¿Y quién dice cuál es la que está bien hecha y cuál no? Pues el mismo éxito de la canción.

Les explico: En los 40 y 50 lo que rifaba eran los pianos y las guitarras acústicas y en México fusionados con las trompetas; a finales de los 50 y en los 60 las guitarras eléctricas se apoderaron del blues, jazz y rock en general; pero en los 70, 80 y 90 las mismas guitarras eléctricas, pero con distintos distorsionadores hicieron de las suyas luciendo hermosos solos —o como antiguamente los llamaban “requintos”— muy largos. Incluso, las canciones eran muy largas. Quiero destacar que la mayoría de los “chavorrucos” entre los 40 y 50 años están atorados en esta antigua era. A finales de los 90 y particularmente el inicio del año 2000 los solos de guitarra se han ido extinguiendo para dar paso a simples arreglos o pequeños “puentes” de guitarra o sintetizadores, y puedo darles algunos ejemplos de grupos mexicanos, tales como Zoé y Belanova. Ojo, no estamos hablando de letras de canciones, sólo de la forma de hacer netamente la música de las rolas. Sobre los textos musicales ya hablaremos en otra ocasión.

No quiero pasar de largo sin hablar de los Dj’s, debido a que mucha gente dice que esto no es música, ya que en mi opinión sí lo es, aunque varía en estilos. Piénsenlo un poco, tomando el ejemplo de los discos tributo, la idea de hacerlos es hacer una versión distinta de la canción ya conocida y que esa nueva versión sea nuevamente un éxito y esto no es tan fácil como parece.

Hace algunos años en una plática con mi novia, concluimos en una frase nuestra conversación: “Cuando no sepas qué decir, deja que hable la música”. Creo que tanto la letra y la música de la misma canción son igualmente importantes y no necesariamente una más que la otra. Por ello cada vez que digas “esa música es un mugrero, no la soporto”, sólo piensa que esas personas —sean niños, jóvenes, adultos o abuelos— piensan exactamente lo mismo de la música que tú escuchas. Con la pequeña diferencia de que ellos son más respetuosos que tú.

Comentarios