Escena

Rembrandt, un hereje del arte

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  • 13
  • Febrero
    2019

Rembrandt, fallecido hace 350 años, fue el “primer hereje del arte” porque optó por “rebelarse y renunciar” a la belleza femenina en sus cuadros, contradiciendo las normas de la época, explicó Jonathan Bikker, quien publica una nueva biografía del arista europeo.

A lo largo de su vida, “Rembrandt fue acusado de romper las reglas del arte porque en lugar de elegir a mujeres jóvenes y bellas, optaba por dibujar gente vieja y desgastada” y sus compañeros le criticaban porque no idealizaba a sus musas: pintaba las arrugas y la celulitis de la mujer”, narra el también vocero del Rijksmuseum de Ámsterdam.

El maestro barroco consideraba que “no son tanto las modelos, sino los artistas, quienes hacen el arte” y para él, “la celulitis era el perfecto terreno de juego de luces y sombras”.

La biografía de un rebelde, como se titula el libro, no es sólo un relato sobre la vida del artista, sino también un repaso a su arte y a cómo se desarrolló su carrera con el tiempo, por lo que no sólo habla de los cuadros y los dibujos, sino también de los bocetos y sus experimentaciones.

Era una persona “ambiciosa” y eso fue lo que le llevó a salirse de la normalidad porque “quería ser el mejor artista de la historia del arte y del mundo, y para lograr eso, no se puede ser un simple seguidor de otros o hacer lo mismo que hacen los demás”.

Estaba constantemente “innovando y experimentando” y hacía precisamente lo que no veía en los cuadros de sus compañeros de profesión. A principios del 1632 firmó su primer cuadro como

Rembrandt, sin apellidos, y lo hizo siguiendo el ejemplo de los artistas italianos de la época como Rafael Sanzio (1483-1520), Michelangelo (1475-1564) y Tiziano (1488-1576), que eran conocidos únicamente por su primer nombre. (Con información de Agencias)



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