Escena

¡Un pequeño con grandes sueños!?

Antolín y el taquito de sal narra la historia de un niño que desea ser chef y descubre en la gastronomía mexicana las herramientas para lograrlo


  • 20
  • Febrero
    2019

A sus 14 años de edad, el personaje central del libro Antolín y el taquito de sal busca convertirse en chef de una de las familias más adineradas de su natal San Luis Potosí, por lo que recorrerá la República Mexicana en busca de las mejores recetas.

El texto de Rebeca Orozco muestra la perseverancia de un adolescente por cumplir su sueño, para lo cual emprende una aventura alejado de sus padres, quienes, pese al temor, dan la libertad a su hijo “Antolín” para que reúna un recetario que después pondrá en práctica en la hacienda de los Almanza.

En dicho lugar el menor servía de ayudante del chef francés, hasta que, por berrinche de las trillizas, hijas del matrimonio Almanza, éste fue despedido y se colocó un letrero en busca de un nuevo cocinero, lo cual vio como una oportunidad para poder convertirse en el chef oficial y portar un enorme sombrero blanco.

Es así que “Antolín” inicia el viaje con destino a la casa de su tía “Prodigio”, en Mérida, Yucatán, quien según le dice su madre, es una gran cocinera; pero no va solo, ya que a petición de sus padres lo acompaña su hermano “Blas”, que, aunque menor que él, es más alto y fuerte.

Antes de llegar a su destino pasará por estados como Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Guerrero, Tabasco, Puebla y Oaxaca, en cada uno de los cuales no sólo encontrará recetas caseras deliciosas para escribir en su cuaderno, el cual se convierte en su mayor tesoro, sino historias de vida.

La historia se desarrolla en la época del Porfiriato, por lo que el tren es el principal medio de transporte en el que los hermanos se embarcan en esta misión en la que también “Blas” hallará su verdadera pasión.

El camino de los hermanos no será fácil, ya que en cada lugar deben trabajar por conseguir comida y un sitio para pasar la noche; sin embargo, se encontrarán con gente buena dispuesta a brindarles la mano y compartir sus recetas, aunque también se toparán con personas gruñonas y no tan amables. (Con información de Agencias)



Comentarios

publicidad
×