Diseño a partir del desperdicio

No cabe duda que la frase: “La basura de un hombre es el tesoro de otro”, es cierta en muchos casos en la industria y quizá es más válida que nunca.

En un mundo reconocido por tener una sociedad de consumo es lógico pensar en el aprovechamiento total de los materiales empleados, ya que no solo se le da un respiro al planeta, sino que la economía local puede beneficiarse de gran manera.

Hace falta analizar con detenimiento los remanentes industriales locales para reconocer que se tiene una gran cantidad de oro en bruto para nuevos procesos y productos.

Estos no tienen que estar vinculados con la actividad principal de donde emergieron, sino que pueden ser totalmente diferentes. Por ejemplo, una empresa que se dedica a realizar zapatos de cuero pudiera proporcionar en sus desperdicios todo lo necesario para que una empresa que hace lámparas pueda realizar sus productos.

El equipo de diseño liderado por el dúo entre Alex Sizemore y Hank Beyer detectó esta oportunidad en una empresa situada en Ohio, que se dedica a extraer cilindros de areniscas (piedra similar a la cantera), las que sirven para el único propósito de filtrar muestras de petróleo.

El material es especialmente poroso y perfecto para realizar estas pruebas y ningún material sintético lo puede igualar para este proceso. ¿El resultado?, una gran cantidad de cilindros de arenisca que se descartan debido a que salen ligeramente fracturados de la “plancha” de la cual se extraen.

Estamos hablando de piedra que tomó millones de años en formarse y que simple y sencillamente ya no sirve a la vista de la industria petrolera. Después de observar detenidamente los procesos, y evaluar tanto los remanentes y la calidad de los residuos, Alex Sizemore y Hank Beyer hallaron un área de oportunidad.

Los diseñadores tomaron cartas en el asunto y usaron las piezas descartadas, junto a otras piezas de residuos, para generar una pequeña línea de mobiliario que refleja personalidad, solidez y alto diseño.

Mesas auxiliares que utilizan los cilindros descartados como patas, y luminarias en distintas alturas que toman secciones de los cilindros brindan una luz natural, refinada y monolítica. Cada proceso industrial para generar insumos, materiales y hasta productos terminados deja tras de sí remanentes que están a juicio de los diseñadores aprovechar o no.

No solo es en el caso de la producción industrial de alto volumen, sino que la producción artesanal –como la carpintería–, que deja tras de sí montañas de sedimentos, partículas de madera comprimida, aserrín, y mermas de tableros contrachapados. ¿Qué se puede aprovechar de estos residuos? Piensa en tu comunidad. ¿Qué industria domina en ella y qué residuos deja atrás?, y más importante, ¿qué podemos hacer con esos residuos? Comparte tu opinión a través de Instagram en mi cuenta @sr_velvet para seguir explorando el tema.

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