Moda para los príncipes del hogar

Bajo el nombre de Críos, la joven empresaria decidió abrir una tienda de ropa tras haber ideado, en conjunto con su familia, sobre el nombre, ya que este hace referencia a los niños en España. En dicho país se dirigen a los niños como “mis críos”.

La imagen nació gracias a que la mamá de Balbina siempre intentó vestirla con ropa clásica española, además, su estancia en el país hizo que se inclinara aún más por dicho mercado. “Mi gusto por el mercado, sobre toda la ropa, se dio fue cuando mi mamá nos trataba de vestir así y por eso creo que lo traigo en la sangre. No hay ropa infantil más bonita que la española”, expresó.

La tienda abrió sus puertas el pasado mes de marzo en una reconocida plaza dentro del municipio de San Pedro. Variedad de tallas, gustos y colores, son los que Meyer comercializa en sus aparadores importados directamente desde España. En la entrevista, la joven comentó que escogió dicho país pues éste ha sido el pionero en moda infantil a lo largo de muchos años y es algo que al mercado le fascina.

Cabe mencionar que en la ciudad no hay concepto similar a Críos, y esto la hace una tienda exclusiva en donde los clientes pueden seleccionar la prenda que más les guste sin inconvenientes. Las opciones que se ofrecen son atuendos para infantes desde un mes hasta cuatro años de edad, sin dejar a un lado los precios accesibles. Esto es con la finalidad de que las mamás puedan adquirir las mejores tallas para sus hijos sin la necesidad de invertir mucho para portar las destacadas prendas.

Pese a las tiendas de diversas firmas internacionales que se esparcen por la ciudad, en Críos se encuentran vestimentas de excelente calidad y para todos los gustos. Para Balbina, la ropa que más le gusta es la ‘smock’ para niña, y su tela favorita es el piqué español, mientras que para niño son los “petos” con las piernas de fuera o con mallas o calcetón. Su experiencia como empresaria y al frente de la tienda la califica, pues disfruta mucho lo que hace, pero lo que más le gusta es la relación con su mamá. Ella se encarga de los aparadores de Críos por su excelente gusto. “Ella se encarga de los aparadores y, en realidad, le quedan espectaculares, la gente le toma fotos cada mes que lo cambiamos. Tiene muy buen gusto, entre las dos escogemos prenda por prenda y, si le toca estar a ella en la tienda, es la mejor vendedora.

Mi mamá es una pieza muy esencial de Críos”, comentó Meyer. Teniendo diversas responsabilidades como hija, esposa y madre, Meyer enfrenta día a día nuevos retos que, con la ayuda de su madre, esposo y personal de la tienda, supera. Por lo pronto solo existe una sucursal de Críos, pero los planes a futuro son expandirse por la ciudad.

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