Plantas de interior, ayuda desde la raíz

Vivimos en una ciudad muy extrema en donde los climas son diferentes cada día. El verano seca las plantas y el invierno las congela. Gastamos un dineral en mantener nuestros jardines perfectos, regándolos a cada rato, aunque ni agua tenemos, y con plantas que ni son de la región. O ya ni para darse el tiempo de regar, prefieren gastar en jardín artificial. Que de esos, está lleno la ciudad. Además de que ahorita somos una de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica. Y en lugar de hacer algo por esto, nadie habla de ello. Y siguen construyendo centros comerciales y plazas de concreto.

Siempre he dicho que la ciudad es un reflejo de su gente. Que lo que sucede allá afuera es lo que está sucediendo dentro. La naturaleza es sabia y siempre nos enseña, de alguna u otra manera, para quienes bien la observan. Pero la gente ya no se detiene, ya no se da el tiempo para observar, para escuchar lo que la naturaleza nos quiere enseñar. Cada vez es más grande la desconexión que tenemos con todo y, aún sintiendo ese vacío, pensamos que con unos nuevos zapatos o conociendo un nuevo restaurante sentiremos ese alivio. Creo que es hora de darnos el tiempo y realmente conocernos, de conocer nuestras raíces, nuestra tierra y nuestros dos lados.

Así como los climas, el calor, pero también el frío. Nuestra luz y nuestra oscuridad. Ya dejemos de aparentar algo que jamás vamos a poder tapar. Es momento de reconectar con nuestro interior, de escucharnos, de amarnos y de cuidarnos. Y entre más lo hagamos, lo mismo estará sucediendo allá afuera. Así de fácil. Todo empieza por uno mismo. Y en una ciudad como esta, lo que más necesitamos es tener plantas dentro de casa, tenerlas al lado de la cama, en nuestra sala, en la cocina y en la entrada. Plantas por todos lados. Plantas que nos hagan felices. Plantas que nos enseñen a cuidarlas, a regarlas y aceptarlas como son. Para darnos así pequeños momentos de meditación y poder escuchar a nuestro interior.

La contaminación nos está enfermando, y lo poco que están plantando allá afuera no está ayudando. Así que el mensaje es empezar por nuestros espacios, desde la raíz, para generar un cambio. Y no es que me esté quejando, sino al contrario, qué bonito es poder compartir lo que cada uno vino a vivir y saber que estamos aquí para sentir, disfrutar y saborear. Que no se nos pasen los días sin darle placer al cuerpo. Las plantas no solamente te hacen feliz, las plantas te recuerdan de dónde vienes realmente, y si no tienes el tiempo de convivir con ellas habitualmente, la mejor opción es ponerlas en donde estás siempre.Son muchas las plantas que puedes poner dentro de casa, las cuales tienen numerosos beneficios. Esto ya no es un tema de decoración, sino de salud mental y física. El humano nació para estar cerca de naturaleza, no entre cuadros de concreto todo el tiempo. Nació para tocar la tierra, para cuidar de ella. Para respetarla. Esa contaminación que sucede afuera, la debemos primero sanar por dentro.A continuación les comparto una lista de plantas de interior, que además de hacer que cualquier espacio se vea mejor, estarán ayudando a limpiar el medio ambiente, a que tu mente funcione mejor, tus pulmones, tu sangre, tus ojos, tus sentidos, tu intuición, tu creatividad y tu felicidad.

Potus (Epipremnum aureum). También conocida como Julieta. Es muy fácil de cuidar y muy popular en las casas. La puedes sembrar en tierra o en agua. Ayuda a absorber formaldehído, xileno y benceno.

Aglaonema. Un purificador natural de aire que absorbe diferentes químicos como tolueno y xileno. Requiere poca luz y agua, y es una alternativa perfecta para quienes no tienen mucho tiempo para cuidar las plantas.

Cintas (Chlorophytum). Esta increíble planta crece incluso sin cuidados, es un poderoso purificador de aire que remueve los químicos liberados por los aparatos que funcionan a gas.

Hiedra común (Hedera helix). La hiedra remueve los alergénicos del aire, sobre todo el moho. Una planta ideal para quienes tienen asma. Aparte se ve muy bonita colgada y no requiere de muchos cuidados.

Rabo de tigre o Lengua de suegra (Sansevieria trifasciata). Sirve para purificar el aire, ya que convierte el dióxido de carbono en oxígeno mientras duermes y te ayuda a mejorar los problemas de respiración, reducir el estrés, combatir el cansancio y conciliar el sueño.

Tronco del Brasil (Dracaena fragans): El famoso árbol de la felicidad. Ayuda a absorber el dióxido de carbono y emitir oxígeno, aumentando nuestra capacidad de concentración y productividad. Ayuda a controlar la humedad en un ambiente cerrado, evitando enfermedades. Ayuda a eliminar xileno, benceno, formaldehído y tricloroetileno del aire. Sustancias que causan asma, mareos, somnolencia, aumento de frecuencia cardíaca, temblores e irritaciones de la piel. También ayuda a reducir el estrés, ansiedad, tristeza y quita la fatiga.

Helecho de Boston (Nephrolepis exaltata). El tradicional helecho es un poderoso humidificador, además de purificar el aire y filtrar químicos peligrosos de cosméticos y desinfectantes.

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