Salud

Seat Ibiza 2018: Totalmente renovado

Nueva plataforma, misma fórmula: evolución y tecnología a nuestro alcance


  • 11
  • Octubre
    2017

El Seat Ibiza de quinta generación empieza a rodar en México, y como nos ha acostumbrado la marca con las generaciones anteriores, lo hace gradualmente, llega con motores atmosféricos y transmisiones manuales; pronto veremos en las agencias los motores turbo y transmisiones automáticas (posiblemente DSG) y manuales con más marchas, esperemos. Hablar del Seat Ibiza es hablar de un automóvil sobre el que recae un gran peso de la firma española: fue el primer automóvil de Seat como marca independiente; además que su primera generación contó con la colaboración de Porsche, Karmann e Italdesign. Por lo mismo, cada generación se ha visto forzada a crecer, y no solo en dimensiones, si no en prestaciones, diseño y vida a bordo. Desde el nombre, que se basa en una de las islas en donde la fiesta no termina, nos damos una idea de lo que podemos esperar: un subcompacto del segmento “B” con las mejores intenciones de Grupo Volkswagen: poner a nuestro alcance un automóvil actualizado y más accesible que sus primos hermanos (Polo y A1), a esto, nos preguntamos ¿qué trae entre manos Seat para recuperar su lugar en el segmento?

Exterior

Este modelo definitivamente sigue siendo un Seat, sigue siendo un Ibiza, menos orgánico y de trazos más angulares que su antecesor, del cual partió la nueva identidad de marca, nace de la nueva plataforma MQBA0, una adaptación de la plataforma modular de Grupo Volkswagen, que ha dado origen a algunos parientes del Ibiza (A3, Golf y León, entre otros). Es dos milímetros más corto, uno menos alto y casi 9 centímetros más ancho, cotas que juegan a su favor en habitabilidad y estabilidad. Solo se ofrecerá en carrocería de cinco puertas (adiós carrocería SC). El tope de gama nos recibe con faros y calaveras Full Led, las frontales hacen juego con dos grandes ópticas para los faros de niebla, en dos versiones sobre las que varían acentos exteriores en cromo o negros, rines de 17” para FR con un diseño limpio y deportivo, y 16” para Xcellence con un diseño más conservador, así como asientos en tela o piel y alcántara. Hablamos de las versiones Xcellence y FR. Las formas y los volúmenes siguen siendo fluidos, Seat se basa en eso: en diseñar automóviles que aún estacionados parecen estar en movimiento. Parece un “Leoncito”, pero recordemos que antes al León le denominaban “Ibizota”. Nunca tendrán a todos satisfechos, pero a mi me llenó el ojo en sus versiones equipadas, ágil, fluido y más agresivo.

Interior

El panel de instrumentos es muy similar a la generación anterior, el minimalismo en interiores rige, se simplifican líneas y patrones de tablero, con salidas del aire acondicionado mucho más discretas, así como la consola central. Me hubieran gustado plásticos suaves, sobre todo en la parte superior de los paneles, ya que puede haber reflejos en cristales, nada grave. Los relojes digitales hubieran sido un acierto, los que monta recuerdan mucho a la generación anterior, la computadora de viaje y el sistema de infoentretenimiento son excelentes y más completos, al centro del tablero sobre una moldura (que podía montar un plástico de mejores acabados) hay una pantalla de 8” muy completa en funciones con el sistema Full Link (MirrorLink, AndroidAuto y Apple Car Play), además de extras como la distribución del sonido de audio en diferentes puntos de la cabina; cabe mencionar que la versión FR incluye sistema de sonido BeatsAudio. 

Con ese precio, una cámara de reversa debería ser obligatoria, aunque los sensores y la visualización en pantalla facilitan mucho estacionarse. Tiene sensores  de proximidad frontales y posteriores. En versiones tope, al estacionarse y apagar el automóvil los espejos exteriores son retráctiles. La iluminación en interiores es interesante, al igual que el León, en base a líneas LED en paneles de las puertas crean una atmósfera mejor iluminada. Y por fin el quemacocos abre por completo, con el mismo sistema de apertura del León y el Golf. También ya urgían controles integrados al volante, los mismos del León y Toledo en versiones tope: sonido, control crucero y controles para llamadas, ¡bien por estas mejoras Seat! En las versiones Xcellence y FR un climatizador automático no solo se vería mejor, sería ideal para estar al nivel de algunos referentes de la competencia en ese apartado. Punto aparte, posee cargador inalámbrico para ‘smarthphone’ en consola central en la versión FR y opcional por alrededor de 4 mil pesos en las demás versiones.

Seguridad

El Seat Ibiza 2018 posee dos bolsas de aire, para conductor y pasajero respectivamente; estas se mantienen en todas las versiones, aunque la vara se ha puesto alta debido a sistemas como ISOFIX y asistencias como el ESC (Sistema Electrónico de Estabilidad), el ABS (Antibloqueo de frenos), el sistema de arranque en pendientes y monitoreo de neumáticos.

Conducción

El botón de encendido debería montarse en ambas versiones tope, pero solo la versión Xcellence lo incluye de serie. Al presionarlo o girar la llave, encendemos el propulsor de 4 cilindros 1.6 atmosférico de 110 hp con 114 lb/pie, que bajo condiciones controladas promete 18.5 km/l, suficiente para mover el ‘hatchback’ que baja 90 kilos de peso (pronto estará disponible la planta de poder turbo, esperemos que con una sexta relación). El bloque está acoplado a una transmisión manual de cinco marchas que mueve bien al automóvil y recupera bien en rebases, subiendo de las 1500 rpm. No es, ni pretende ser un ‘hot-hatch’ con este motor y, sinceramente, para ser planta de poder base o para las versiones de entrada, reduce costos totales de la unidad, muy bien, pero creo que un FR por prestigio no debía portarlo, le falta esa “chispa” del turbo, seguro la entrada de nuevas motorizaciones pondrá a los FR en alto. 

Con el 1.6 se mueve bastante bien, y no se siente mucha transferencia de masas, toma las curvas con precisión, la dirección es comunicativa –sin ser la más precisa–, los rebases con este motor son buenos, no destaca en aceleraciones pero se mueve muy bien, y no sientes falta de poder. Es divertido, muy balanceado y ágil. Cumple muy bien en todo y destaca en frenadas. Te sientes seguro al subir la velocidad y tomar cualquier camino. Esperamos las nuevas motorizaciones para terminar de convencernos a los entusiastas de la marca española en las versiones de alto desempeño, pero, sin duda, estas opciones harán felices a quien busque un ‘hatchback’ práctico, ágil y divertido. El salto de generación es cuántico en cuanto a plataforma y equipo, y la planta de poder base es suficiente, aunque insisto que un FR con un motor turbo hará “más ruido” por todos lados, más felices a muchos más y pondrá a temblar a competidores. Buen cambio generacional, excelente vida a bordo, cumplidor en seguridad y con una línea impecable. Vamos por muy buen camino y esperamos esos turbo para terminar de rendirnos ante sus ruedas. 



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