Finanzas

Alertan analistas canadienses sobre realizar demasiados cambios al TLCAN

Analistas canadienses indicaron que se puede renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para crear un nuevo acuerdo, pero no necesariamente uno mejor, y advirtieron que el proteccionismo afectará la integración comercial de la región


  • 27
  • Marzo
    2017

Agregaron que aunque el gobierno canadiense ha señalado que quiere una negociación trilateral, habría temas que Washington quiera manejar solo con Ottawa.

El analista político Ross Linden Fraser subrayó que el comercio entre los tres amigos se ha triplicado y la inversión extranjera directa mantiene una tendencia a la alza, pero admitió que en 23 años, los socios del tratado comercial han tenido diferencias.

Para sus críticos estadounidenses, el TLCAN contribuye a mover al exterior empleos en manufactura y exacerba la inequidad; los detractores canadienses reclaman que desestima la competitividad y amenaza los recursos del país, y en México se le atribuye la falta de creación de empleos, entre otros puntos.

Fraser se refirió al Capítulo 11 del tratado relativo al mecanismo de disputas entre inversionistas y gobiernos, un mecanismo innovador para las empresas frente a gobiernos “subsidiarios” en su momento, pero que ahora es visto como una concesión hacia el poder de las empresas.

“Permitir a empresas privadas denunciar a los gobiernos les da un bate para golpear a los gobiernos que actúan por el interés público”, escribió el experto en un artículo publicado por el semanario de análisis político OpenCanada.org.

El analista agregó que el presidente estadounidense Donald Trump percibe las relaciones internacionales y el TLCAN en términos de “ganadores y perdedores”, y por ello responsabiliza a México de llevarse empleos manufactureros.

Para el investigador, es probable que el gobierno de Estados Unidos exija revisar las reglas de origen del TLCAN, que aumentan la proporción de las autopartes que deben ser originarias de Norteamérica.

“Este cambio haría más competitivos a los fabricantes de automóviles estadounidenses con respecto a los mexicanos y canadienses, que obtienen la mayoría de sus partes fuera del TLCAN. Es, en esencia, una oferta para recuperar lo que Trump cree que Estados Unidos ha perdido”, precisó.

En lugar de reconocer que el acuerdo comercial no sustituye a una estrategia de desarrollo nacional coherente, la administración Trump parece pensar que el TLCAN puede ser apalancado para reestructurar la economía estadounidense.

El analista recordó que el secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross, indicó que le gustaría cambiar los arreglos de solución de controversias del TLCAN, pero no las provisiones controversiales de ISDS favorables a las empresas.

El Centro Canadiense de Políticas Alternativas indica que de los casos presentados ante los paneles de ISDS hasta 2015, Canadá ganó seis y perdió siete, México ganó seis y perdió cinco, y Estados Unidos ganó 11 y no perdió ninguno.

“Es poco probable que la administración estadounidense quiera cambiar esto que le ha sido favorable, sobre todo cuando el secretario de Comercio ha hecho su carrera demandando gente”, alertó.

En cambio, Estados Unidos se opone a la parte del TLCAN que prevé la posibilidad de que los grupos de revisión binacionales juzguen disputas interestatales sobre comercio desleal (dumping) y precios injustos.

Estos paneles desempeñaron un papel prominente en la disputa sobre maderas blandas entre Estados Unidos y Canadá, que favorecieron a Ottawa.

El analista añadió que ni Canadá ni Estados Unidos tienen particular interés en establecer fuertes protecciones ambientales dentro del TLCAN, pues Ottawa exporta más petróleo a su vecino que cualquier otro producto, y ambos gobiernos quieren más oleoductos entre los dos países.

Otro escenario que mencionó el especialista es que el TLCAN se divida en dos acuerdos, cumpliendo la preferencia declarada de Trump por el bilateralismo y “protegiendo a Canadá de lo peor de su enojo contra México”.

Por su parte, el exembajador de Canadá en Estados Unidos Michael Kergin insistió en que la renegociación del TLCAN debe ser trilateral, o de lo contrario se afectará una parte esencial: las cadenas de suministro integradas, las inversiones y las reglas para los inversionistas extranjeros.

Por su parte, Chris Dekker, presidente de la Alianza para el Comercio y las Exportaciones de la provincia canadiense de Saskatchewan (STEP), recomendó “mantenerse vigilantes” porque “el demonio está siempre en los detalles”, por lo que instó a atender el nivel de renegociación entre Canadá y Estados Unidos.


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