Finanzas

Impuesto fronterizo subiría costo de autos

El resultado sería contraproducente, generaría menos ventas de vehículos y menos puestos de trabajo en la industria automotriz de Estados Unidos


  • 09
  • Marzo
    2017

Las propuestas del presidente Donald Trump y del Partido Republicano de imponer impuestos o tarifas a los productos que ingresan a Estados Unidos, en especial aquellos que vienen desde México, elevaría el costo de los automóviles entre $1,500 y $3,300 dólares por vehículo.

Lo anterior eliminaría las utilidades de las automotrices estadounidenses, según un informe elaborado por la consultoría Roland Berger.

Trump ha dicho que en el caso de México podría imponer un impuesto de entre 20% y 35%, lo cual causaría el efecto “exactamente contrario” al deseado y eliminaría empleos en EUA.

El estudio presentado en Berlín, Alemania, y en Detroit, destacó que de aplicarse el impuesto fronterizo los consumidores estadounidenses tendrían que soportar costos adicionales, los márgenes de ganancia de los fabricantes del sector automotriz se reducirían y sus ventas caerían.

“Para los fabricantes de automóviles, el resultado más probable será la presión intensa del margen y la reducción de las ventas de vehículos, posiblemente resultando en más pérdidas de empleo”, expresó Wolfgang Bernhart, socio de Roland Berger, en dicho análisis.

Explicó que el impuesto añadiría un costo promedio de $3,300 dólares por vehículo. Incluso los vehículos fabricados en Estados Unidos experimentarían un alza de $1,500 dólares en sus costos debido a la gran proporción de contenido extranjero.

El informe, basado en las cifras del sector automotriz en 2015, resaltó que los vehículos asiáticos verían aumentar los costos en $2,000 dólares; mientras que los modelos europeos experimentarían un alza de $5,300 dólares.

“Los costos de fabricación añadidos convertirían el mercado estadounidense en un generador de pérdidas para casi todos los fabricantes de equipo original (del sector automotriz)”, explicó Bernhart.

Subrayó además que todos los grandes fabricantes de equipos originales producen la mayoría de sus vehículos para el mercado norteamericano en EUA, donde han invertido mucho más que en México o Canadá.

Sin embargo, en los casos de los automóviles pequeños, en particular las empresas ni siquiera pueden contrarrestar los costos de fabricación de autos en EUA, por lo que la producción en países como México “es inevitable”.

El documento también resaltó que la pérdida de empleos de la industria automotriz en EUA antes de la recesión (600,000 puestos eliminados entre 2000 y 2009) tiene poco que ver con México, donde en ese periodo se crearon sólo cerca de 100,000 empleos del sector automotriz.

Bernhart consideró que tal como sucede en otros países y sectores de la industria, los empleos se están perdiendo en la industria automotriz estadounidense debido al aumento de la automatización y en la productividad.

“La propuesta de impuestos fronterizos no va a cambiar nada al respecto. Al contrario: suben los costos para las empresas y los consumidores de EUA”. (Agencias)



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