Nuevo TLC... hasta después de elecciones

La posibilidad de lograr un acuerdo para renovar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá antes de las elecciones presidenciales de México prácticamente se esfumó.

Los negociadores mexicanos, en especial el titular de Economía, Ildefonso Guajardo, trabajaron a marchas forzadas para alcanzar los consensos, principalmente con EUA, cuyo presidente, Donald Trump, fue el gran impulsor de una renegociación al pacto original, puesto en vigor en 1994.

Los tres miembros no han podido arreglar temas clave, como la llamada cláusula “Sunset”, que permite a cada nación renunciar al pacto después de cinco años, y que obliga a una renegociación sistemática.

Tampoco hay acuerdo en el rubro de los porcentajes de contenido regional obligatorio para el sector automotriz. EUA demandaba que los autos que importa desde nuestro país tuvieran un 50% de partes provenientes de sus fábricas, y un 80% regional (es decir, de los tres países).

Los temas de resolución de controversias y el capítulo laboral también se mantienen sin consensos.

PACTO ‘INALCANZABLE’

Se había fijado este jueves como fecha límite para finalizar las renegociaciones, pero ayer el propio secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, quien se encuentra en Washington, reconoció que para ese día no se podrá lograr el acuerdo, por lo que él mismo dejó entrever que no sería necesario quedarse el fin de semana en aquella capital.

La incertidumbre sobre el nuevo TLC ha favorecido la inestabilidad en los mercados mexicanos y la volatilidad en el tipo de cambio. Durante la jornada de ayer, el peso alcanzó su nivel más bajo del año respecto al dólar, moneda que además se ha venido fortaleciendo frente a otras divisas.

EL PESO DE LAS ELECCIONES

Para el gobierno de México era prioritario concluir las negociaciones antes de las elecciones, pues ello habría impulsado su imagen en el marco del actual proceso electoral, en el que su candidato, José Antonio Meade, está en tercer lugar de preferencias.

Tras un consenso, el acuerdo debe ser aprobado por los congresos de los países. Dado que la posibilidad de un arreglo para mañana es casi nula, la legislatura actual de la Cámara de Representantes de EUA no podrá votar el nuevo TLC este año. Ello tendría que ser hasta la próxima legislatura, derivada de las elecciones de noviembre próximo, que entraría en funciones hasta 2019.

Es decir, la entrada en vigor de un eventual nuevo tratado se ha extendido hasta el año próximo, cuando México ya tenga un nuevo gobierno federal en funciones.

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