Finanzas

¿Qué pierde Cataluña con la independencia?

El proyecto independentista que impulsa el gobierno catalán, presidido por Carles Puigdemont, ha generado la salida de numerosas empresas, incluso algunos considerados 'buques insignias” de su sector privado


  • 12
  • Octubre
    2017

De concretarse la independencia -ahora en suspenso-, Cataluña resentirá sus efectos en una caída de ingresos fiscales, menos divisas por turismo, posible pérdida de empleos, y por tanto un impacto en su crecimiento económico en hasta 30 por ciento.

La comunidad ubicada -hasta ahora- en el noreste de España representa el 19 por ciento del Producto Interno Bruto (PBI) del país, pero su deuda es de 76 mil 727 millones de euros (unos 90 mil 990 millones de dólares), de los cuales 52 mil 500 millones de euros (unos 62 mil 260 millones de dólares) se los debe al Estado español.

Esto representa 35.4 por ciento de su PIB y alcanza el 27 por ciento del total de la deuda de las autonomías españolas.

El proyecto independentista que impulsa el gobierno catalán, presidido por Carles Puigdemont, ha generado la salida de numerosas empresas, incluso algunos considerados “buques insignias” de su sector privado como los bancos CaixaBank y Sabadell, así como Gas Natural, entre otras.

El Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid estimó en un reciente informe que las empresas que han salido de Cataluña tienen un valor de 77 mil millones de euros (unos 91.3 mil millones de dólares).

De acuerdo con el Círculo de Empresarios de Cataluña, el PIB regional se va a contraer entre 25 y 30 por ciento en caso de una independencia, y tendrá impacto por la salida de la zona euro al no tener acceso a la liquidez del Banco Central Europeo.

La salida de la Unión Europea (UE) le dejaría sin acceso a los fondos europeos, y al estar fuera de la zona euro tampoco puede pedir ayuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad (dirigido principalmente al sector bancario).

La patronal estima que el comercio exterior, que representa 38.4 por ciento de su PIB, se va a contraer porque 70 por ciento de sus exportaciones se dirige a países de la UE, además de que habrá un impacto negativo en su competitividad.

En un informe, la agrupación empresarial estima que la salida a otras comunidades españolas de bancos y principales empresas cotizadas en mercado bursátil, así como otras industrias, tiene un valor equivalente al 40 por ciento del PIB catalán.

El principal impacto de la salida de estas empresas y bancos está en que al tener sede social en otras comunidades, impuestos como el de Sociedades y otros se pagarán a las haciendas de esos nuevos destinos y no más en Cataluña.

La mayoría de las firmas que han cambiado sede social ha aclarado que mantienen toda su infraestructura y personal como hasta ahora en territorio catalán, donde no quieren afectar a trabajadores, clientes ni proveedores.

El organismo empresarial destaca otros efectos de la secesión como la pérdida de valor en bolsa de empresas catalanas o con fuerte actividad allí, aumento de la prima de riesgo de la deuda y encarecimiento de seguros por impagos.

Además, destaca una pérdida de confianza empresarial ante la situación política e institucional, y advierte que la caída de la actividad turística se comienza ya a sentir en cancelaciones de planes de viaje, de llegadas de cruceros, y eso en breve de notará en la economía regional.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) manifestó este jueves que “cuanto más se dilate la reconducción de esta situación mayor será el deterioro de la economía de Cataluña”.

En un comunicado, la patronal de España aseguró que la economía catalana “ya se ve seriamente afectada por los cambios de sede social de numerosas empresas, la cancelación de nuevas inversiones, la reducción de reservas turísticas y un panorama general de incertidumbre y máxima preocupación”.

La primera empresa en anunciar que saldría de Cataluña en caso de avanzar el proyecto independentista fue Naturhouse en agosto pasado, por lo que recientemente esta especialista en nutrición, que en 2016 reportó ventas por 97 mil millones de euros (unos 115 mil millones de dólares), decidió irse a Madrid.

El Banco Sabadell comunicó la semana pasada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el traslado de sede social a Alicante, donde gestionará su negocio, que es 70 por ciento en España y el resto en Reino Unido, Estados Unidos y México.

CaixaBank, una de las principales del Ibex-35 de la Bolsa de Madrid, anunció su cambio de sede a Valencia para “proteger los intereses de los clientes, accionistas y empleados, garantizando en todo momento la permanencia de la entidad, en la zona euro”.

Gas Natural Fenosa también informó a la CNMV su cambio de sede social a Madrid tras 154 años en Barcelona, y aclaró que el traslado “no afecta a aquellas sociedades del grupo que prestan sus servicios exclusivamente en Cataluña”.

Banco Mediolanum, especializada en banca personal, también anunció su cambio de sede de Barcelona a Valencia, conforme “criterios económicos y comerciales” y ello “no supone un cambio en el servicio que se presta en Cataluña”.

La inmobiliaria Colonial, una de las principales con activos por ocho mil 600 millones de euros (unos 10 mil 199 millones de dólares), también anunció al regulador bursátil su cambio a Madrid, tras acordarlo por unanimidad su Consejo de Administración.

La textil Dogi también comunicó al regulador del mercado su traslado a Madrid para optimizar sus operaciones y relaciones con inversionistas, con lo que deja la sede que tuvo desde su fundación en 1954 en El Masnou, en la provincia catalana de Barcelona.

La cervecera San Miguel (propiedad del Grupo Mahou San Miguel, líder del mercado español) anunció su cambio de sede social en la provincia catalana de Lérida a Málaga, donde cuenta con uno de sus más modernos centros de producción.

La gestora de infraestructura Abertis también dio a conocer su traslado de sede a Madrid, “para mantener la operatividad normal de la compañía y con el fin de proteger el conjunto de los intereses generales de la misma”, y que ello “no afecta a aquellas sociedades del Grupo que prestan sus servicios exclusivamente en Cataluña”.

Grupo Planeta, principal empresa editorial en Cataluña y España, que en 2016 facturó dos mil 363 millones de euros (unos dos mil 802 millones de dólares), cambió el 11 de octubre su sede a Madrid, “ante la inseguridad jurídica que se genera” por el proyecto independentista.

La empresa de mensajería y paquetería nacional e internacional MRW deja también su sede en Hospitalet de Llobregat, en Barcelona, para instalar su sede social en Valencia.

La multinacional de alimentación Idilia Foods, fabricante de marcas como Cola Cao, Nocilla y otras, cambia su sede a Valencia, tras 70 años en Barcelona, y mantendrá producción en la comunidad catalana donde están sus fábricas.

La multinacional del pan de origen mexicano Bimbo también anunció que cambia su sede social de Cataluña al parque industrial de Las Mercedes, en Madrid, sin alterar su producción en diferentes puntos de España, donde da empleo a seis mil personas.




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