Finanzas

Redes sociales: un mundo de mentiras

El Internet está lleno de personas que se inventan relaciones amorosas e incluso un estatus social


  • 29
  • Diciembre
    2016

Detrás de una pantalla todo mundo puede convertirse en un “supermodelo” y engañar a cientos de personas en redes sociales, y muestra de ello es que aunque no todos somos tan feos como nuestra foto de la credencial de elector, tampoco somos tan hermosos como nuestra imagen de perfil de Facebook, la cual está llena de filtros. 

Crear un mundo de fantasía que se convierta en la envidia de todos nuestros conocidos resulta realmente fácil a través de Internet, pues aunque en ocasiones podemos publicar algún suceso malo que nos pasa durante el día, la verdad es que preferimos presumir cosas más banales como el carro nuevo que compramos, al restaurante de lujo que fuimos o la ropa de marca que usamos.

Sin embargo, lo que no decimos es que quizá nosotros no pagamos la cuenta del restaurante o que el auto que compramos lo sacamos en el plazo máximo de pagos, pues esto afectaría nuestro “estatus” y popularidad en las redes sociales

Asimismo, existen personas que se van más a los extremos e inventan hasta relaciones, tal es el caso de 2013 de Manti Te’o, jugador del equipo de fútbol americano de la universidad de Notre Dame, que había llevado a la victoria a su equipo luego de enterarse de la muerte de su abuela y su novia –esta última no existía–, es decir, era una catfish.

El engaño fue descubierto por la web Deadspin, y rápidamente empezaron a surgir preguntas sobre quién estaba detrás del engaño y cómo Manti Te’o podía haber caído en él (y hasta qué punto era consciente de él y lo había mantenido en marcha por su propio beneficio). 

Enseguida fue descrito como la obra de un catfish, una persona que se inventa una personalidad para sus relaciones online y que puede mantener amistades y hasta relaciones amorosas por Facebook, por chats, a veces hasta por teléfono durante meses sin que la otra persona sepa nunca con quién está hablando de verdad.

El término se popularizó a raíz de la película Catfish, un documental de 2010 que seguía a un joven de Nueva York, Nev Schulman, que iniciaba un noviazgo a través de Facebook con una chica de Michigan. Por supuesto, la película tiene un giro que cambia por completo la perspectiva con la que lo hemos visto todo, y que llevó a algunos críticos a preguntarse hasta qué punto lo que se mostraba en ella era real. Pero lo es. Porque los catfish no son algo extraño. De hecho, el documental inspiró un programa en MTV que va por la cuarta temporada, y que no parece agotar las fuentes de las que sacar nuevos casos.



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