Científico experimentaba con delfines para tratar de hacerlos hablar

En la isla de St Thomas, durante los años sesentas, un neurocientífico llamado John C. Lilly se obsesionó con la duda sobre una remota posibilidad de que los delfines pudieran hablar ya que “este tipo de cetáceos tenían un cerebro más grande del que pudiera tener cualquier otra raza humana”. 

Es por ello que Lilly, comenzó a hacer una serie de estudios en delfines que incluyeron el financiamiento de la Agencia Espacial de los Estados Unidos, NASA, y que consistieron en “masturbar” a los delfines para conocer como reaccionaban a impulsos sexuales y a ingesta de dosificaciones de LSD para saber “si podían hablar”.

Aunque el científico no logró que los delfines emitieran palabra alguna, las raras actividades experimentales que emprendió el neurocientífico han causado controversia después de haber sido reveladas por la revista Hustler en uno de sus más recientes números.

Comentarios