Niña balea a su mamá embarazada

Durante una visita a un local de Planned Parenthood (Paternidad Planeada), una familia de Indiana vivió una tragedia completamente inesperada, pero ya recurrente en Estados Unidos: una niña de tres años disparó accidentalmente a su madre embarazada después de encontrar la pistola de su padre en el carro.

Shaneque Thomas, de 21 años y embarazada de seis semanas, se encontraba sentada en el asiento delantero del auto estacionado afuera de un supermercado Platos Closet en Merrinville, Indiana, cuando su hija de tres años le disparó por la espalda entre el pecho y el hombro.

Según el padre, Menzo Brazier, había dejado el arma entre la guantera y el asiento delantero, lugar de donde la tomó la menor. Además de Thomas, también estaba el hermano menor dentro del carro.

Las personas que salían del supermercado vieron a Thomas caer al salir del auto, con la sangre que corría como agua, dijo una testigo.

El esposo de Thomas se encontraba dentro de la tienda probándose ropa cuando ocurrió el incidente.

Por el momento está en custodia bajo cargos de poner en peligro a un menor, según informó el Departamento del Alguacil del condado de Lake.

Una empleada de la tienda, Paloma Prieto, corrió hacia afuera para ayudar a la herida. Prieto, para contener la hemorragia, le enrolló una chamarra en la cintura en lo que llegaban los paramédicos para llevarla a un hospital.

Thomas fue llevada al Centro Médico de la Universidad de Loyola, donde fue registrada al entrar en estado crítico, pero después los médicos lograron estabilizarla.

Los hijos de la pareja fueron asegurados en la tienda para sacarlos del caos. La niña tenía sangre en la chamarra. Hadassah Zirkle, testigo del incidente, dijo que la niña estaba aún pasmada por lo que sucedía. [La niña] solo me miraba, y me acariciaba el cuello.

Solo me agarraba. Yo le decía que todo estaba bien, dijo Zirkle, según reportó NBC.

Los niños están por el momento bajo la custodia del Departamento de Servicios Infantiles de Indiana.

De acuerdo con The Washington Post, un estudio realizado en el 2015 mostró que más de 100 niños de catorce años y menores mueren anualmente a causa de disparos accidentales en Estados Unidos.

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