Nueva masacre tiñe de rojo a EUA

Estados Unidos fue nuevamente escenario de un tiroteo que ha dejado 17 muertos y 50 heridos, en una escuela secundaria de la comunidad de Parkland, situada a unos 70 kilómetros de Miami.

La balacera se produjo alrededor de las 14:30 horas locales, en la Marjory Stoneman Douglas High School, uno de los más grandes del condado con cerca de 3,000 estudiantes.

El jefe de policía del condado de Broward, Scott Israel, sostuvo que el sospechoso, identificado como Nikolas Cruz, quien había sido expulsado por motivos disciplinarios, tenía al menos un fusil AR-15 y varios cargadores.

Cruz mostraba en redes sociales su ‘‘arsenal’’ y emitía comentarios contra los musulmanes, y según medios posó con la gorra del lema de Donald Trump, ‘‘Make America Great Again’’.

Además, reportó que 12 de estudiantes murieron en un edificio escolar, dos afuera de la secundaria, uno más en la calle y dos en un hospital.

El día comenzó de manera habitual en la escuela, donde se realizó un simulacro de incendio por la mañana, y los estudiantes estaban en clases alrededor de las 14:30 de la tarde cuando la alarma se activó de nueva cuenta.

Esta es la balacera más letal en un plantel escolar del país desde que un hombre baleó al personal y a los alumnos de una escuela primaria en Newtown, Connecticut.

Es también la balacera 18 en lo que va del año, una cifra que vuelve a poner de relieve el acceso fácil a las armas de fuego por la población en general y la grave epidemia de violencia que sacude a la sociedad norteamericana.

Los testimonios

Noah Parness, un estudiante de 17 años, declaró que él y otros alumnos salieron tranquilamente hacia las zonas designadas cuando de repente escuchó varias detonaciones.

“Vimos a varios maestros bajar corriendo por las escaleras, y entonces todo el mundo comenzó a correr”, comentó Parness. “Yo salté una barda”.

Beth Feingold informó que su hija Brittani le envió un mensaje de texto a las 14:32 de la tarde que decía: “Estamos en código rojo. Estoy bien”, pero más tarde le mandó otro que decía: “Mamá, tengo tanto miedo”.

Brittani pudo escapar de la escuela poco después, pero siguió corriendo a lo largo de una avenida importante.

Dentro de la escuela, los alumnos escucharon fuertes detonaciones a medida que el agresor disparaba. Muchos de ellos se escondieron bajo sus escritorios o en armarios y atrancaron las puertas.

Caesar Figueroa manifestó que cuando llegó a la escuela para ver cómo estaba su hija de 16 años, vio a los policías con ametralladoras mientras se aproximaban al campus.

“Mi esposa llamó y me dijo que había un tiroteo, y que la escuela estaba cerrada. Me puse en camino... Era una locura y mi hija no contestaba su teléfono”.

Finalmente, ella le envió un mensaje de texto a través del celular en el que le informó que estaba oculta con otros amigos en un armario de la institución académica. (Con información de Agencias)

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