Nuevo atentado en Londres

La Policía británica lanzó ayer una cacería humana en busca de los responsables de detonar una bomba casera en un abarrotado tren del metro de Londres, que causó 29 heridos, informaron las autoridades.

Horas después del estallido, el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se adjudicó la autoría del atentado, el cuarto registrado en suelo británico durante 2017.

La primera ministra Theresa May expresó que el artefacto “intentaba causar grandes daños”, pero que por fortuna, la bomba –oculta en una cubeta plástica y dentro de una bolsa de supermercado– explotó parcialmente, lo que evitó mayores consecuencias.

“Diría que es un dispositivo altamente explosivo que falló”, señaló Chris Hunter, experto bombas y exmiembro del Ejército británico.

La bomba estalló en la estación Parsons Green al suroeste de la ciudad cerca de las 8:20 am, hora en que el tren transporta la mayor cantidad de usuarios, muchos de los cuales eran niños en edad escolar.

Debido al pánico que se desató tras la explosión, los adultos derribaron a varios de los pequeños, lo que elevó la cifra de lesionados respecto a las 18 personas que inicialmente sufrieron quemaduras por la bomba.

Imágenes tomadas dentro del tren mostraban una cubeta blanca en llamas y lo que parecían ser cables saliendo de ella. La prensa local informó que en el dispositivo había un reloj.

Mark Rowley, jefe de antiterrorismo en la Policía Metropolitana, reveló que el servicio de inteligencia interno, el MI5, asistía en las pesquisas dirigidas por el Comando Antiterrorista local, pero no dio más información de los sospechosos. (Con información de AP)

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