Internacional

Padres luchan contra la justicia para mantener a su hijo vivo

Tom Evans y Kate James sostienen una batalla legal para que se le permita a su hijo de 23 meses seguir conectado a un respirador artificial, del que depende desde diciembre de 2016


  • 15
  • Abril
    2018

Los padres del bebé británico Alfie Evans, aquejado de una rara condición cerebral degenerativa y centro de una disputa legal entre sus médicos y la familia, recurrirán mañana de nuevo a la Justicia para pedir que se prolongue su tratamiento.

Tom Evans y Kate James pedirán a la Corte de Apelaciones de este país que permita que el niño, de 23 meses, siga siendo tratado después de que se haya fijado ya fecha para que se desconecte el equipo de respiración artificial que le mantiene vivo.

Desde diciembre de 2016, Alfie sobrevive conectado a un soporte de ventilación artificial, afectado de una enfermedad neurológica que los médicos no han sido capaces de identificar y para la que no parece haber cura.

Evans, de 21 años, y James, de 20, de Liverpool (norte de Inglaterra), quieren trasladar al pequeño desde el hospital de niños de Alders Hay al centro pediátrico Bambino Gesú, en Roma, vinculado al Vaticano, donde se continuarían sus cuidados.

La pareja asegura que disponen ya de ambulancia y jet privado a la espera de poder efectuar ese desplazamiento.

En declaraciones recientes a medios locales, el padre del niño reveló que trató de llevarse a su hijo y que la policía se lo impidió, bajo advertencia de que podría ir a la cárcel si saca al menor.

Los padres de Alfie sostienen que si el niño va (a Italia) y se muere, al menos habrá muerto como un héroe, intentando sobrevivir.

Por su parte, el centro médico que le trata defiende que su estado semivegetativo es irreversible y que continuar su tratamiento no redunda en sus mejores intereses.

La condición clínica de Alfie es realmente descorazonadora pero en cada fase del proceso legal que ha de seguirse en estos casos, los tribunales han acordado con el equipo médico que le trata y con asesores expertos independientes y la familia que su condición es irreversible y no puede tratarse, indicó recientemente un portavoz médico.

El pasado febrero, un tribunal británico dio la razón a los doctores al dar luz verde para que el hospital pudiera detener el tratamiento contra de la voluntad de sus padres, una decisión que corroboró el pasado 6 de marzo el tribunal de Apelaciones de este país.

Los padres del niño vieron a continuación su caso rechazado por el Supremo -máxima instancia judicial de este país- y también por la Corte Europea de Derechos Humanos.

El pasado miércoles, la justicia británica detalló un plan médico diseñado por especialistas para poner fin a la vida de Alfie, cuyos detalles no se han divulgado por motivos de privacidad.

El papa Francisco citó hoy el caso del pequeño Alfie y del francés Vincent Lambert, de 41 años y desde hace 10 en estado vegetativo, tras el rezo del Regina Coeli celebrado en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Francisco pidió que se respete la dignidad de los enfermos y que sean tratados de manera adecuada a sus condiciones.



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