Internacional

Papa defiende su silencio en torno al tema de los rohinya

El papa finalmente emitió la palabra 'rohinya” en un emotivo encuentro el viernes con un grupo de refugiados que viajaron desde campamentos en Cox’s Bazar a Daca


  • 02
  • Diciembre
    2017

El papa Francisco defendió el sábado su silencio en Birmania en torno a la difícil situación de los refugiados rohinya, al afirmar que una denuncia pública le hubiera “propinado un portazo en la cara” a sus anfitriones y hubiera impedido que se escuchara el mensaje que él dio.

El pontífice dijo que, en lugar de dicha denuncia, él eligió referirse en público a la defensa de los derechos humanos en términos generales, de forma que en privado pudiera hablar con más franqueza acerca de lo que las Naciones Unidas han denunciado como una evidente campaña de limpieza étnica contra la minoría musulmana de Birmania.

En declaraciones a los periodistas durante el regreso a Roma desde Birmania y Bangladesh, Francisco dijo que estaba “muy, muy satisfecho” de que su mensaje fuera recibido en reuniones privadas con la líder política Aung San Suu Kyi y el poderoso jefe de las fuerzas armadas de Birmania, el general Min Aung Hlaing.

“Es cierto que no tuve el placer de darles un portazo en la cara en público con una denuncia”, afirmó el pontífice. “Pero tuve la satisfacción del diálogo, y de dejar que la otra parte dialogara, y de esta forma el mensaje les llegó”.

Grupos defensores de los derechos humanos y los mismos rohinya habían expresado su decepción de que Francisco hubiera declinado incluso referirse a los rohinya por su nombre, y mucho menos criticar a las fuerzas armadas de Birmania por desatar la peor crisis de refugiados en Asia en décadas. Francisco aguardó hasta que llegó al vecino Bangladesh para exigirle a la comunidad internacional que interviniera con el fin de solucionar la crisis y ayudar al gobierno bengalí a hacer frente al ingreso de más de 620.000 refugiados que huyen de la represalia militar en el estado Rakhine.

El papa finalmente emitió la palabra “rohinya” en un emotivo encuentro el viernes con un grupo de refugiados que viajaron desde campamentos en Cox’s Bazar a Daca.

Francisco dijo que estaba muy consciente de las críticas esgrimidas contra Suu Kyi por no haber efectuado denuncias con suficiente sonoridad, o con la prontitud suficiente, acerca de las atrocidades que se estaban cometiendo contra los rohinya. Pero señaló que es difícil juzgar qué es posible en un país que está pasando por una transición política después de décadas de dictadura militar. Dijo que, en esos casos, es probable que una nación dé “dos pasos hacia adelante, y uno para atrás” a medida que avanza.

“No negocié la verdad”, afirmó Francisco. Sin divulgar el contenido de su encuentro privado, el pontífice dijo: “Lo hice de tal forma que él comprendiera que no es viable volver a hacer en la actualidad las cosas de la forma en que se hacían en el pasado”.

“Fue una buena reunión”, agregó. “Civilizada. E, incluso allí, el mensaje llegó”.

Francisco también reveló que lloró durante su encuentro del viernes con refugiados rohinya, en el que les rogó que lo perdonaran por el dolor que habían soportado y por “la indiferencia del mundo” hacia su difícil situación.

“La presencia de Dios hoy también se llama ‘rohinya’”, les dijo, con lo que finalmente pronunció esa palabra en público.





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