Internacional

Perdonan la vida de reo antes de su pena de muerte

El gobernador de Texas Greg Abbott perdonó la vida a un asesino convicto poco antes de que fuera ejecutado por orquestar la muerte de su madre y su hermano


  • 22
  • Febrero
    2018

En el indulto a Thomas “Bart” Whitaker aproximadamente una hora antes de que fuera ejecutado con una inyección letal, Abbott aceptó la inusual recomendación de clemencia de la junta de libertad condicional del estado. El padre de Whitaker, Kent, también recibió un tiro en el complot de 2003 en la residencia de la familia en un suburbio de Houston, pero sobrevivió y encabezó el intento para salvar a su hijo. Abbott conmutó la sentencia a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.

“Estoy agradecido no por mí, sino por mi padre”, dijo Bart Whitaker en una declaración a los funcionarios de la prisión. “Cualquier castigo que yo haya tenido o que recibiré es justo, pero mi padre no hizo nada malo. Hoy el sistema estuvo de su lado. Y haré lo más que pueda para desempeñar mi mejor papel en el sistema”.

La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, cuyos siete miembros son designados por el gobernador, recomendó de forma unánime el jueves que Abbott conmutara la sentencia. Éste tenía la opción de aceptar dicha recomendación, rechazarla o no hacer nada.

“El padre del señor Whitaker, quien sobrevivió al ataque, se opone rotundamente a la ejecución de su hijo. El padre del señor Whitaker insiste que él sería una víctima nuevamente si el estado ejecuta al único familiar cercano que le queda vivo”, indicó el gobernador en una declaración emitida el jueves por la tarde. Agregó que Whitaker también acordó renunciar a todos sus derechos a una libertad condicional en el futuro.

Fue apenas la cuarta ocasión desde que el estado reanudó las ejecuciones en 1982 que la junta recomienda otorgar clemencia unos días antes de la ejecución programada. En los casos anteriores, el entonces gobernador Rick Perry aceptó la decisión de la junta en un caso y la rechazó en otros dos, ejecuciones que se llevaron a cabo en el estado que más aplica la pena de muerte en el país.

El padre se dijo “honrado” y espera abrazar y tocar a su hijo.

Kent y Patricia Whitaker y sus dos hijos regresaron a su casa la noche del 10 de diciembre de 2003 tras haber ido a cenar a un restaurante para celebrar la graduación de Bart Whitaker de la universidad. Entonces fueron confrontados por un hombre armado que vestía ropa oscura y una máscara para esquiar. Patricia Whitaker y su hijo de 19 años, Kevin, fueron asesinados. Kent Whitaker y Bart resultaron heridos.

Casi dos años después, Bart Whitaker fue arrestado en México después de que los investigadores determinaron que él orquestó el complot con la esperanza de quedarse con los bienes de su familia, cuyo valor calculaba en más de un millón de dólares.

“Soy 100% culpable”, testificó Whitaker en su juicio en 2007. “Yo puse el plan en movimiento”.

Odiaba a sus padres y a su hermano en esa época, señaló.

El padre de Whitaker dijo que ama a su hijo y lo ha perdonado, y consideró que es una persona que ha cambiado.

La evidencia mostró que el plan era al menos el tercer intento que Bart Whitaker hacía para matar a su familia, y en él participaron dos amigos suyos. La herida que recibió en el brazo tenía como objeto aparentar que él no tenía nada que ver en el complot. La cena para festejar su graduación también era un fraude, pues sus padres desconocían que había abandonado la escuela unos meses antes.

El hombre armado, Chris Brashear, se declaró culpable en 2007 de un cargo de homicidio y cumple una condena a cadena perpetua.



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