Ecovía en fuerte crisis; opera con camiones en completo descuido

Las altas temperaturas no sólo han puesto en jaque a los nuevoleoneses, sino también a los camiones de la Ecovía.

Y es que el intenso calor ha ocasionado que las unidades se calienten, obligando a las autoridades a aplicar técnicas no recomendadas para los vehículos, como enfriar los radiadores con agua al finalizar cada recorrido. 

Además, de las 80 unidades que integran el sistema, en el cual se invirtieron $1,600 millones de pesos, 15 están descompuestas; e incluso algunas de ellas han sido desvalijadas, para tomar piezas y colocarlas en las que sí funcionan, debido a que, por su origen coreano, ha sido complicado conseguir las refacciones.

Les ‘echan aire’ 

Un recorrido realizado por El Horizonte demostró que los camiones circulan con la tapa del motor abierta. 

Un guardia de seguridad que pidió el anonimato confirmó que los choferes han tomado la medida de circular con la tapa abierta para evitar que se calienten los camiones.

Con dicha medida se viola el artículo 25, sección V del Reglamento de Tránsito, que indica que está prohibido que los vehículos circulen en la vía pública “con piezas del vehículo que no estén debidamente sujetas, de tal forma que puedan desprenderse, constituyendo un peligro”.

Además, en la estación Lincoln se pudo observar como cada camión que llegaba ingresaba a una zona en la que los choferes toman una manguera para, durante al menos dos minutos, verter agua directamente en el radiador, para luego continuar su recorrido.

Otro problema es la falta de aire acondicionado en algunas unidades, lo cual hace vivir diariamente un calvario a quienes utilizan este medio de transporte, pues durante las horas en que el calor es más intenso el sistema de enfriamiento no se da abasto, por lo que pasajeros y hasta los mismos choferes abren las ventanas.

Unidades ya son chatarra

Otro punto a resaltar es que en horas pico las unidades resultan insuficientes. Aunque se adquirieron 80 camiones rojos, de ellos se encuentran funcionando entre 65 y 67. En la estación Valle Soleado se pudo constatar la presencia de nueve camiones que se encuentran en reparación.

En las horas en que el flujo de gente es mayor, de 18:00 a 21:00 horas, las filas en las estaciones son bastante largas, lo que provoca molestia entre ciudadanos. 

Actualmente la Ecovía está bajo la tutela del estado, pues aunque se dijo que la requisa que hicieron al consorcio que la operaba terminaría en enero, es fecha en la que no se ha dado a conocer los planes que se tienen para este medio de transporte.

Anatomía de un fracaso

Con éste, ya son varios tropiezos los que acumula Ecovía. 

En la inauguración del sistema, en enero de 2014, se dijo que la integrarían 80 unidades, las cuales circularían a través de 39 estaciones y dos terminales: Lincoln y Valle Soleado, en un recorrido total de 30.1 kilómetros de carriles exclusivos. Y sería operada por la empresa Servicio de Transporte Tecno Ecológico, quienes obtuvieron la concesión de la Ecovía.

El 13 de octubre de 2016, el estado decretó su requisa, argumentando las deficiencias, como que de 80 unidades iniciales sólo operaban 40, pues el resto estaban descompuestas. Señalaron también que la Ecovía operaba con camiones para 77 pasajeros cuando el acuerdo era de 100, además del alto número de choques y atropellos, pues en casi tres años superaban los 360 incidentes. 

Tras tomar la Ecovía el gobierno del estado, se anunció que 10 camiones propiedad del DIF se sumarían a la Ecovía como apoyo para mejorar el servicio; también en noviembre pasado se concretó la compra de cinco unidades doble piso, tipo londinense, en los que se invirtieron $50 millones de pesos. 

Aunque se dijo que era sólo temporal y que la requisa culminaría en enero pasado, es fecha en la que sigue bajo la batuta del estado.

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