Pagan usuarios por rezago de camiones

El gobernador Jaime Rodríguez justificó el mega aumento en las tarifas de pasaje en el estado con el alza en los precios del diésel, pero su gobierno ha fallado en impulsar la conversión de la flota estatal a gas natural, un energético más barato y menos contaminante. 

Según cifras de su propia administración, en el estado menos del 11% de las 4,702 unidades de transporte público operan con gas, y el resto son motores a diésel, que tiene el mismo rendimiento por litro, pero cuesta 60% más. 

A ello se suma que un camión a gas puede recorrer casi el triple de distancia por carga de combustible.

 Tanto Rodríguez como el titular de la Agencia Estatal de Transporte (AET), Jorge Longoria, habían prometido impulsar la conversión a gas de los camiones, aunque no han llevado a cabo medida alguna para ello.  

“Las unidades van a estar obligadas al uso de gas natural comprimido, que permite ahorros sustanciales y es cero contaminante”, dijo Longoria en enero de 2016. 

Nuevo León tenía ya la tarifa más cara del país en transporte público, lo que no impidió al Consejo Estatal de Transporte y Vialidad (CETyV) incrementos de entre 40% y 100% para camiones y Metro, y subir también la tarifa de taxis. 

La medida contraviene la promesa del hoy gobernador cuando estaba en campaña, de darle a los nuevoleoneses un “mejor servicio” y una “mejor tarifa”. 

El martes “El Bronco” justificaba el no cumplir su promesa porque él no sabía que habría ‘‘gasolinazos’’. 

Sin embargo, los aumentos del combustible impactaron por igual en todo el país y aquí la tarifa ya era la más alta y con el ‘‘camionazo’’ lo seguiría siendo.  

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