¡Aún hay vida!

En al menos nueve ocasiones durante el día de ayer, miles de mexicanos que dejaron todo para sumarse al rescate de quienes aún respiran bajo los escombros sintieron esa emoción que sólo da el resultado de horas de esfuerzo combinado con un milagro: devolver a una persona con vida a su familia a más de 40 horas del sismo.

Durante la jornada de este jueves, el silencio en las zonas de rescate fue interrumpido por los aplausos y lágrimas de los miles de voluntarios que parecían recuperar las fuerzas y ánimo cada vez que ponían a una persona a salvo.

Y aunque hoy concluye el plazo de 78 horas dado por las autoridades para las labores de rescate, la esperanza no decae entre voluntarios y rescatistas que trabajan a marchas forzadas para localizar sobrevivientes.

Es el caso del edificio de la avenida Álvaro Obregón, en donde 42 familias están a la espera de buenas noticias.

Una de ellas es la familia Navarro, cuyo hijo Jesús, de 33 años, se encontraba laborando, y aunque intentó salir por unas escaleras desde el sexto piso, quedó atrapado.

Otro punto de gran actividad es la textilera de la colonia Obrera, donde sólo dos de 23 personas han sido rescatadas con vida, pero confían en salvar al menos a cinco más, por lo que los voluntarios no han cesado.

Ricardo Martínez, uno de los trabajadores que salió ileso del sitio, se aferró a ayudar a sus compañeros y sigue en pie de lucha sacando escombros con la esperanza en alto.

“No imagino pasar por el lugar y no apoyar; pienso que pudiera ser uno de mis vecinos el que esté bajo los escombros”, dijo.

Hasta el cierre, el gobierno capitalino informó que suman 302 muertos en los seis estados afectados, de los cuales 142 corresponden a la Ciudad de México.

(Con información de Reynaldo Ochoa, enviado especial)

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