Nacional

Luchan por salvar a menor atrapada

Rescatistas seguían trabajando con desesperación, por más de 15 horas, para tratar de liberar a niña entre los escombros del Colegio Rébsamen


  • 20
  • Septiembre
    2017

Pese a las inclemencias del tiempo y que con el paso de las horas las posibilidades de encontrar personas con vida se reducían, la solidaridad y esperanza no ha flaqueado en la población capitalina, que no paró de apoyar las labores de rescate a más de 36 horas del sismo de 7.1 grados.

La crisis más intensa y que estaría marcando esta tragedia se vivió en el colegio Enrique Rébsamen, en la delegación Tlalpan, donde desde las 09:40 horas se logró el contacto con una pequeña a la que se identificó como ‘‘Frida Sofía’’.

Durante el día, los cuerpos de rescate lograron crear un túnel mediante el cual se comunicaron con la menor, quien dijo que junto a ella estaban otros cinco niños, sin embargo, el trabajo de decenas de personas se fue complicando, y su salvamento llevaba más de 15:00 horas.

A medianoche los ingenieros involucrados en los trabajos solicitaron de forma urgente vigas de metal y soldadores, debido a que el techo estaba colapsando.

Se estaba creando un caos. La información comenzaba a ser confusa e incluso se supo más tarde que la pequeña no era ‘‘Frida Sofía’’ o bien no era su nombre real. Además se buscaba a los padres de la pequeña.

Hasta el cierre de esta edición la pequeña y los otros cinco niños, aún no eran rescatados y se luchaba contra el tiempo para poder liberarla de entre placas de cemento.

En total suman 21 los menores fallecidos y 4 adultos, en el colegio. Se pudieron rescatar 11 menores el mismo martes, día del sismo de 7.1 grados.

Cansancio y esperanza

A mitad del día las autoridades hicieron un llamado para que sólo personas expertas en labores de rescate se dieran cita en los puntos de los derrumbes, ya que los apoyos de “manos y pico” no eran necesarios. Y aunque no se ha dicho cuando se iniciará el trabajo con maquinaria pesada, con el paso de las horas se acerca más esa situación.

Pese a ello la imagen se repetía en cada calle y colonia de la Ciudad de México, miles de personas corriendo, llevando alimento, apoyando, trasladando material y maquinaria.

Otros más en motocicletas con su pala y tratando de ayudar con la vialidad ante la falta de suficientes elementos de seguridad para cuidar las calles.

Los rostros cansados, y los pies temblorosos por las ya 36 horas de rescate, también se repetían en las zonas donde los escombros aún no terminaban de ser removidos, pero los brazos nunca dejaron de alzarse cada vez que se pidió silencio buscando signos de vida, se necesita mucha más para quebrar a los mexicanos. (Con información de Reynaldo Ochoa, enviado especial)




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