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Toreo ecuestre le dio vida a la fiesta

A partir de hoy y hasta el día de la corrida del próximo domingo 05 de mayo a las 16:30 horas en la Monumental Monterrey, CRACK y El Horizonte publicarán una serie de artículos guía sobre el toreo a caballo


  • 26
  • Abril
    2019

A lo largo de la historia, al efímero arte del toreo a caballo se le ha reconocido como una manifestación cultural y artística muy emocionante, que le ha dado el origen a la tauromaquia que en la actualidad hoy conocemos.

El arte del rejoneo que, después de haber dado vida a la fiesta de toros, dejó su papel estelar por algún tiempo para cedérselo al toreo de a pie, vuelve majestuosamente con una fuerza cada vez más impresionante, gracias a la dedicación, perfección e invención de nuevas formas de ejecutar las suertes, haciendo cada vez esta manifestación artística más emocionante y difícil.

El ejercicio del toreo a caballo es complicado y difícil, pues en principio sustenta su ejecución integral en el torerísmo como la causa natural que mueve a un binomio formado por jinete y caballo que, unidos en la disciplina formativa de la alta escuela, ‘torean’ a cuerpo limpio las bravas y peligrosas embestidas del tercero en el redondel que, por su fiera naturaleza, no ha sido necesario educar para atacar.

El toreo a caballo sustenta la ejecución de su existir en el temperamento y la fortaleza física que debe de tener, no sólo el hombre, sino el equino, como parte de la herencia propia de su respectiva raza, para ser aplicada con la sutil maestría en las formas, modos y estilos desarrollados en la ejecución de las diferentes suertes, en el espacio, tiempo, ritmo, cadencia, temple y sincronía con la brava y feroz embestida, en una plaza de toros.

Todos estos elementos circunstanciales que desarrolla el binomio en el ruedo y ante el toro son adquiridos disciplinariamente en el arduo entrenamiento, lo que significa un gran esfuerzo y trabajo diario de caballo y caballero para lograr -con la propia técnica, fuerza y agilidad- conseguir esquivar las acometidas del toro, de una forma eficaz y artística para imprimir su sello personal en esta forma de torear a caballo.

Por ello, y para comprender un poco mejor al arte del rejoneo, reproducimos un interesantísimo artículo de Don Manuel Baena, titulado ‘TAUROMAQUIA DEL SIGLO XXI, TOREO A CABALLO’... y en él podremos adentrarnos con profundidad, al mundo del toreo a caballo:

“En la Tauromaquia de Pepe Hillo, toda la segunda parte se dedica a la suerte de picar, y en tratados posteriores y los reglamentos taurinos se considera esta parte como fundamental de la lidia; al afrontar UNA TAUROMAQUIA DEL SIGLO XXI es necesario intentar analizar y explicar todo lo posible el arte del rejoneo.

“Ahora se ha llegado a tal grado de interés, que ya se organizan con mucha frecuencia corridas de rejones, sin más toreros de a pie que los auxiliares, por eso es el momento de integrar el rejoneo en todo lo que abarca el espectáculo taurino.

“Siempre ha sido importante en la historia del toreo. Durante unos siglos fue fundamental cuando sustituyó al alanceo, durante la época de Felipe IV.

“Y fue la base de la Fiesta hasta finales del siglo XVII donde empieza a ser sustituido por los varilargueros; en esta época el rejoneo sigue estando ahí, pero quedando en desuso ante la importancia del toreo a pie, que se impone al convertirse en un espectáculo más a gusto del público.

“A principio del siglo XX empieza a resurgir tímidamente como parte complementaria y curiosa de las corridas de toros. Van saliendo rejoneadores y se preparan caballos con unas domas espectaculares que atraen cada vez más al gran público. Además, ocurren cosas, accidentes y circunstancias graves que mantienen el respeto por ser un ejercicio de alto riesgo.

“Ahora, el rejoneo ha vuelto a ocupar un lugar importante. El público va a ver torear a caballo, no como un complemento. Va a verlo, porque ahora el toreo a caballo se hace muy bien y cada vez más emocionante.

“Los toros fallan menos o nada y no se caen. Los caballos siempre pueden con los toros bravos o aunque manséen A todos los toros se les hacen cosas. Si se les rubrica bien la faena, siempre hay trofeos. Siempre se ven cosas bonitas. El público se divierte, va a los toros y paga el rejoneo.

“Por eso... ¡ahora! en el siglo XXI, si se habla de toros, hay que hablar en parte del arte del rejoneo!”.

(Continuará mañana)


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