Escena

La generación de los hijos de Zoé

Cuando el rock llegó a México y la juventud de entonces se sintió identificada con el género, imitar a las bandas extranjeras tocando el 'rockanrollito” o rockabilly de los 60, no sólo era por el gusto del género, también por ligarse a las chicas


  • 26
  • Agosto
    2017

Aunque musicalmente era parecerse a Elvis Presley, peinarse y vestirse como él era algo básico. Tocar, moverse y cantar así era lo de entonces. El segundo ejemplo internacional a seguir, me atrevo a decir que fueron The Beatles, seguido de Bee Gees, Rolling Stones, Black Sabbath, Pink Floyd y muchos más que ya desbordaban en los 70.

Pero centrándonos de nuevo en México, cuando el grupo regiomontano Zurdok Movimiento ganó la batalla de las bandas en 1995, donde participaron más de 400 –según contaba en su momento David Garza, su guitarrista– la mayoría de los grupos participantes sonaban a Caifanes y La Maldita Vecindad. ¡Y más atrás aún!, cuando surgió El Tri de Alex Lora nacieron muchas bandas, que aún, siguen sonando a El Tri, e incluso estos suenan un poco, o un mucho a Rockdrigo González.

Alex Lora y Saúl Hernández marcaron época con su forma de escribir canciones que hasta la fecha, más que temas, son verdaderos documentos históricos o metafóricos del lenguaje de entonces, mismo que no ha perdido vigencia.

Casi a la par, de Monterrey surgió Pxndx, con influencias muy marcadas en ciertos grupos extranjeros (como Green Day, The Smashing Pumpkins, Sum 41, Fall Out Boy y My Chemical Romance) presentando un Happy Punk que a la par de la voz de Pepe Madero han adquirido una identidad muy “propia” y controversial en México, y de la cual un sinfín de grupos jóvenes nacionales han visto en ellos un ejemplo a seguir imitándolos completamente o con propuestas muy influenciadas en su estilo.

Los tapatíos, Maná, son un caso aparte; porque no han sido imitados, al menos en México, pero en el mercado latino de Estados Unidos sí surgieron algunos proyectos que idéntica o influenciadamente lanzaban sus propuestas con suficiente influencia muy marcada.

Para no hacer el cuento largo, la última banda mexicana que ha surgido, siendo líderes de generación, es decir que ha logrado tener un impacto nacional y muchas de las nuevas propuestas musicales han visto en ellos su ejemplo a seguir y los han imitado idénticamente o con sus variantes, sin duda alguna es Zoé.

Esta banda que inició en Cuernavaca, pero que se potencializó en Ciudad de México a partir de 1997, vino a romper los moldes “Trifeño” y “caifanezco”, para utilizar un nuevo lenguaje vocal, mezclando con sintetizadores y diversas variantes electrónicas, de algún modo quitando de la mesa todos esos requintos o solos largos de guitarra de cuatro o cinco décadas atrás.

Empleados mayormente en México por Coda, Caifanes y bandas de metal o glam de la época en los 90 o 2000, pero algo innegable es que si escuchamos desde el primer disco de Zoé hasta el más reciente, podemos destacar una gran influencia de lírica de Caifanes fusionada con Soda Stereo, pero con una refrescada bastante positiva para el momento, pues no sonaban a música electrónica tal cual, más bien presentaban un rock sintetizado y electrónico con letras románticas, pero bien viajadas, que terminaban en una moderna psicodelia mezclada con tintes de Depeche Mode, Radiohead y The Cure, y hasta ahí todo bien.

Pero ya estamos en el 2017, y toda “La Generación de los Hijos de Zoé” (las bandas influenciadas en ellos) está mutando en cosas muy raras, al grado de sonar a canciones del tipo de baladistas de los 70 y 80. En una conversación con Alejandro Isassi “Chajoe”, vocalista del grupo de rock regio Niña, llegábamos a la conclusión de que Zoé es la banda que más tiempo ha permanecido en la vigencia y estelaridad, convocando a muchísima gente en sus conciertos, y a la par siguen siendo de las bandas más imitadas hasta el momento.

Siendo realistas, la gran mayoría de los grupos de rock que han surgido en México suenan a lo que hoy en día (y ya un poco pasado de moda el término) llaman “Indie”, que para mí no es otra cosas que rock pop refrescado, y en ciertos proyectos fusionado con lo que hoy día también se nombra como Hípster.

No quisiera nombrar ninguna banda de lo que yo llamo “La Generación de los Hijos de Zoé”, pero todos sabemos quiénes son, además de que abundan al por mayor tocando un ‘rocksito’ “tranquilón” –melódico espacial–, y lo peor de todo es que como no ha surgido otra banda líder de generación “los hijos de Zoé” van a seguir mutando en cosas muy raras, llegando a disminuir el concepto de lo que conocimos como rock, para pasar a ser algo así como baladistas de pop romántico, poético, alucinado y meloso.

Ojalá que muy pronto surja esa nueva banda mexicana que marque ese nuevo estilo, para que nos deje descansar por lo menos unos 20 años más de todo este “pan con lo mismo”, y en sus 20 años posteriores volvamos a desear una nueva banda líder de generación.



Comentarios

publicidad
×