Salud

Identifica UANL toxina en leche materna

Se realizó un estudio de los Niveles de Aflatoxina M1 (AFM1) en leche materna como un riesgo a la salud y carcinogénico a los lactantes en Monterrey.


  • 16
  • Junio
    2022

Un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), que encabeza el doctor Rogelio Salas García, reveló la presencia de aflatoxina M1 (AFM1), en el alimento de los lactantes, una sustancia que en altos niveles pone en riesgo la salud de la madre y los infantes.

El profesor e investigador de la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la UANL y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1 explicó que la aflatoxina es una sustancia que se deriva de un hongo existente en algunos alimentos que consumen las mujeres que están amamantando, así como en la leche que se vende en el mercado.

Esta línea de investigación surge de un primer estudio donde se analizaron las fórmulas de leche que están en el mercado. En una segunda etapa se evaluaron las muestras de leche materna de 123 mujeres, quienes respondieron a una convocatoria abierta que hizo el grupo de académicos de la UANL, liderados por Salas García.

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El proyecto de investigación contó con recursos económicos del Programa de Apoyo a la Investigación Científica y Tecnológica (PAICYT) de la UANL. La aflatoxina M1 es una toxina de la familia de los asperguillus. Es un hongo que crece en condiciones de humedad y por un mal manejo de almacenamiento de los alimentos, también se puede presentar en el pollo, leguminosas, frutos secos, granos y vegetales.

La alta concentración de esta toxina en los alimentos permite que la aflatoxina llegue al aparato digestivo, entre al torrente sanguíneo y se almacene principalmente en el hígado. “En un estudio previo, encontramos la presencia de esta toxina en fórmulas lácteas que están en el mercado y esto tiene mucho que ver con el procesamiento de estos productos y su almacenamiento.

“Es un riesgo latente y significa que las normas oficiales que son de observación aleatoria tienen que ser más estrictas para que este tipo de sustancia en alimentos que son para lactantes tengan las características de inocuidad necesarias y que no representen un riesgo para su salud”, advirtió el doctor Rogelio Salas García autor del estudio.

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Los especialistas detallan que los procesos estrictos de supervisión de las fórmulas lácteas deben ser más eficaces, la sustancia puede estar presente, pero no en los límites alto de riesgo. “La Unión Europea marca que superior a 25 nanogramos por litro ya representa un riesgo alto; en nuestro estudio, en toda la muestra, el 13 por ciento supera este valor”, detalló Salas García.

“En el caso de la industria que pone en el mercado este producto, hacemos el llamado para que cada etapa del suministro de alimentos debe ser vigilado, supervisado y aplicando la normativa correcta para prevenir y si está presente [la sustancia] que no sea en las cantidades en riesgo”, señaló Rogelio Salas García, doctor en Nutrición Humana por la Universidad de las Islas Baleares España.

Existe una característica ‘amable’ en la toxina, ya que al almacenarse en la parte digestiva puede eliminarse en un plazo de 72 horas con una dieta y consejería en la elección de los alimentos a consumir y su almacenamiento.


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