Salud

Ricos, pero ‘prohibidos’ por la dieta

Ni modo, si quieres alimentarte mejor tienes que decirle adiós a estos placeres


  • 06
  • Agosto
    2019

Entre las tristes despedidas que tienes que hacer cuando has decidido llevar una vida más saludable están los ‘guilty pleasures’ de tu paladar. Nos referimos a esos antojos que tienes toda la vida disfrutando pero que no le han hecho nada bien ni a tu cuerpo ni a tu salud. Y sí, son tan ricos y populares que parecen inofensivos cuando en realidad no lo son. 

Donas

Cada vez las hacen más deliciosas, sí, estamos de acuerdo, pero cada una de ellas es una bomba de grasa, azúcar (¡cada pieza tiene hasta 19 gramos de azúcar!) y calorías (se calcula que una dona puede llegar a tener hasta 300 calorías). 

Refrescos

Mientras te terminas una lata de refresco tu cuerpo recibe lo relativo a 10 cucharadas de azúcar, con un promedio de entre 120 y 150 calorías, eso sin contar los 55 miligramos de cafeína. Y es una gran mentira que algunos de estos refrescos sean ‘light’, pues están llenos de edulcorantes artificiales que son incluso más dañinos que el azúcar, ya que van dañando órganos tan sensibles como el páncreas y el hígado.

Papas a la francesa

Son irresistibles pero muy dañinas, pues son como un tren lleno de grasas saturadas, grasas trans y colesterol que va recorriendo todo tu organismo. Se calcula que 100 gramos pueden tener lo relativo a 500 calorías. Si le sumamos todo el azúcar que tiene su fiel aliada (la salsa ketchup) las proporciones se salen de control. Sus primas hermanas, las papas fritas en bolsa, son también muy altas en grasas trans. 

Embutidos 

No son el villano de la película, pero su consumo debe ser moderado, sobre todo por la gran cantidad de sodio que tienen, lo que aumenta la presión arterial y el riesgo de contraer enfermedades cardiacas. Unos embutidos cuentan con exceso de grasas saturadas que desembocan en sobrepeso.

Aderezos 

No importa que te la pases comiendo ensaladas si a estas les das un baño de aderezos, ¡es fatal! Se supone que debes ponerle muy poco (solo para darle más sabor al platillo), pues una porción mínima tiene un montón de calorías. 

Bebidas alcohólicas

Los ‘drinks’ son de lo más difícil que tiene tu cuerpo para quemar, y si a eso le agregas el refresco con el que lo combinas o los jugos enlatados con los que preparas las bebidas, el resultado es doblemente dañino. No importa que te “cures” la cruda bebiendo mucha agua al día siguiente, el alcohol se irá directo a las partes de tu cuerpo en donde más estorba: la panza y las “llantitas”.


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