Salud

Obeliscos: el origen de estas estructuras

Estos adornan hoy plazas muy lejanas al Nilo, pero no están en cualquier lugar


  • 07
  • Junio
    2019

Algunos obeliscos conmemoran un hecho histórico y otros se edificaron como monumentos para un lugar, lo cierto es que el origen de estas estructuras se pierde en el tiempo. Algunas fuentes indican que desde 3,000 a.C .se consideraba la forma piramidal como inicio de la vida, según la mitología egipcia, esto a partir de ciertas leyendas en la ciudad de Heliopolis.

La pirámide suponía honrar al sol, al captar sus rayos y distribuirlos en todas direcciones. El paisaje de Egipto se llenó de pirámides y obeliscos, cargados de símbolos religiosos y políticos. Cuando los europeos llegaron a la región se quedaron maravillados, ambos eran impactantes, pero el obelisco además era transportable.

Testigo de la humanidad

Pocos saben que el obelisco instalado en la Plaza San Pedro en 1586 es auténticamente egipcio. Data del año 1,000 a.C. y es el único en el mundo que permanece intacto en una pieza. Llegó a Roma en el siglo 4 d.C. desde Alejandría por órdenes del emperador Calígula para ubicarlo en su circo, y de ahí se desplazó a la Plaza San Pedro en una proeza que tomó más de un año. Su cúspide está coronada con una cruz, igual que todos los obeliscos en Roma.

Honores y símbolo de una nueva civilización

Para honrar al primer presidente de la nación, Estados Unidos eligió un obelisco. Fue edificado en 1848 y domina el horizonte en una de las ciudades más poderosas del mundo. Ubicado al oeste entre el Capitolio de los Estados Unidos y la inmensa piscina reflejante del Monumento a Lincoln, sobresale majestuosamente gracias al área abierta que le rodea. En su interior se hallan numerosas piedras conmemorativas que provienen de cada estado, así como de otras regiones. Es interesante que, por decreto, ninguna edificación en esta ciudad puede sobrepasar la altura del obelisco de 169 metros.

Figura de culto y nuevas memorias

El Templo de Luxor y sus obeliscos tienen más de 3,300 años de historia. Parte fundamental del urbanismo religioso en Tebas, dos obeliscos flanqueaban la entrada a uno de los más importantes lugares de culto del mundo. Está cubierto por jeroglíficos que exaltan el reinado del faraón Ramsés II. En 1833 llegó a Francia el primero y único de ellos, como un regalo. El día de hoy se ubica en la Plaza de la Concordia y, junto a la pirámide del Louvre, el Arco del Triunfo, la Cruz de Noailles, el arco de La Défense y la aguja de Notre Dame, conforma el eje histórico-energético de París. De esto puedes leer más en mi Instagram.

La Plaza de la Concordia (antes llamada de la Revolución) fue el escenario de sangrientas ejecuciones públicas en guillotina durante ese período. Con el cambio de nombre y la instalación del obelisco, aquí se inauguró otra etapa en la historia y la memoria de los franceses. Estas agujas de piedra siguen evocando ese sentido de estabilidad, permanencia y majestuosidad como lo fue para el antiguo pueblo del Río Nilo. Atemporales, imponentes y sublimes, siguen congregando multitudes y determinando de forma intangible el movimiento de las urbes donde se encuentran.

El obelisco de la Plaza San Pedro, con altura de 25 metros, es un verdadero testigo mudo de la humanidad. Podría narrar ceremonias en honor a Ra en Egipto, la vida social y política de Alejandría, la barbarie en el circo máximo, y el fervor de los fieles en el centro espiritual del cristianismo.

El Circo Máximo es uno de los sitios donde ha estado antes el obelisco del Vaticano.

El Monumento a Washington en Estados Unidos es un ejemplo de obelisco moderno. Por decreto ninguna edificación en esta ciudad puede sobrepasar su altura de 169 metros.

El obelisco del Templo de Luxor, ubicado hoy en la Plaza de la Concordia, proviene de uno de los lugares de culto milenarios y forma parte del eje histórico-energético en París. Mide 23 metros.



Comentarios

publicidad
×