Finanzas

Ahora cada mexicano debe $66,000 pesos

La deuda de México adquirida por el gobierno federal de 2012 a 2018 fue de $3 billones 863,000 millones de pesos


  • 15
  • Mayo
    2019

La administración del expresidente Enrique Peña Nieto subestimó sus ingresos y gastó más de lo presupuestado, además, en su sexenio la deuda creció, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Al inicio del sexenio pasado cada mexicano debía $38,081 pesos, y seis años después el monto subió a $66,353 pesos por persona.

El análisis concluye que en seis años el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto gastó en total $1 billón 823,000 millones de pesos adicionales a lo originalmente previsto en su administración; es decir, una variación del 9.0 por ciento.

Esto porque estimó gastar $20.7 billones de pesos cuando en realidad erogó $22.5 billones de pesos, añadió el instituto, al referir también que entre 2012 y 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) creció 15.3 por ciento.

En el sexenio anterior, apuntó, los presupuestos de egresos aprobados por la Cámara de Diputados no fueron confiables, pues las cuentas públicas no reflejan lo autorizado por los legisladores.

“No existió un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo que revisara las variaciones al presupuesto y las ampliaciones al gasto”.

El IMCO afirmó que la gestión pasada no cumplió con su presupuesto, ya que subestimó sus ingresos y gastó más de lo presupuestado.

La deuda adquirida por el gobierno federal de 2012 a 2018 fue de $3 billones 862,877 millones de pesos.

En diciembre de 2012, el saldo de la deuda del gobierno federal era de $4 billones 452,986.5 millones de pesos y representaba 27.8% del PIB, y para diciembre de 2018 ésta ascendía a $8 billones 315,863.8 millones de pesos, significando un 35.3% del producto.

“Una correcta planeación no hubiera generado variaciones injustificadas”, aseveró el centro de investigación.

Ante ello, propuso reducir la discrecionalidad del uso de ingresos excedentes, ya que cuando los ingresos sobrepasan lo estimado hay incentivos para que el Ejecutivo asigne esos recursos de forma discrecional.

Se deben incorporar medidas de control para el destino de los recursos recaudados no estimados en la Ley de Ingresos, con el propósito de que se usen principalmente en gasto de capital o amortización de la deuda, anotó.

También sugirió limitar las variaciones de gasto, para lo cual es necesario que la legislación establezca restricciones a las ampliaciones de gasto en partidas no prioritarias, por ejemplo, en materiales, salarios, renta de oficinas, entre otros.

Así como otorgar mayor atribución a la Cámara de Diputados, pues se requiere contar con facultades incrementales en el gasto público, como la de requerir su autorización cuando el presupuesto total de los ramos rebase porcentajes determinados.

Los legisladores deben supervisar y, en su caso, detener las variaciones injustificadas que se presentan de forma sistemática, agregó el instituto.


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