´Tirarán´ millones por cancelar NAIM

El gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador enfrenta una gran encrucijada, pues el tan sonado proyecto del Aeropuerto de Texcoco no sólo va a continuar sus trabajos hasta nuevo aviso, sino que además podría desatar una ola de demandas y de “golpes” a su bolsillo

Y es que luego de darse a conocer esa noticia y anticipar que se realizaría la oferta de compra de $1,800 millones de dólares de bonos –de los $6,000 millones disponibles– para dar certidumbre a los poseedores de estos documentos, los resultados tal vez no sean tan favorables como se espera.

A decir de analistas, es claro que los inversionistas en este proyecto, que –además de quedarse con un mal sabor de boca por el cambio de señal e incertidumbre que se da al mundo financiero– querrán recuperar el total de su capital invertido y hasta solicitar un poco más como parte de la negociación.

Pero, de no cumplirles, incluso podrían llegar a demandar al gobierno en instancias internacionales, advirtieron expertos.

El gobierno se dio cuenta que está “contra la pared”, ya que la demanda en su contra podría reclamar una indemnización de hasta $27,000 millones de dólares, cifra que es el doble que los $13,500 millones de dólares del presupuesto original total del aeropuerto.

Por lo pronto,“para calmarlos”, va a negociar para reembolsarlos y comprará bonos para atenuar que no bajen de precio.

No obstante, los expertos alertan e insisten en que el gobierno estará perdiendo por diversos frentes, pues en su intención de recomprar bonos a $0.90 dólares (que anteriormente valían $1 dólar) a los tenedores y contratistas, también tendrá que absorber otros pagos, como los de comisiones por el cambio, sin resolver el problema de tajo y con el riesgo latente de que las demandas vayan al alza, propiciando el pago de más obligaciones o multas.

En opinión del economista Amado Villarreal, “ya se preveía que la cancelación del aeropuerto iba a generar costos financieros muy altos y lo que está ocurriendo ahorita es la materialización de lo que se había anunciado. Es el resultado de una mala atención de un problema”.                

Agregó que “los recursos públicos asignados a esta obra ya ejercidos, son los que se consideran costos no recuperables, y por lo tanto, dinero o recursos tirados a la basura si no se le da un uso a la obra parcial creada”.

Cabe mencionar que los $6,000 millones de dólares en bonos del aeropuerto se repartieron entre 750 inversionistas ubicados en ciudades como Londres, Nueva York, Singapur, Boston y Los Ángeles.

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