Internacional

Conmueve novia de luto el día que debía casarse

Imágenes desgarradoras muestran a una mujer arrodillada junto a la tumba de su prometido con el vestido de novia que usaría para el gran día


  • 11
  • Marzo
    2019

Imágenes desgarradoras muestran a una mujer arrodillada junto a la tumba de su prometido con el vestido de novia que usaría para el gran día.

Se suponía que ese sería el día más feliz de la vida de Sara Baluch, de 22 años de edad, pues se casaría con Mohammad Sharifi, de 24 años.

El domingo, se puso su vestido de novia que había elegido para usar en el altar, pero se dirigió al cementerio donde el amor de su vida descansaba en las afueras de Nashville, Tennessee, informó Daily Mail.

La mujer sollozó a través de su velo cuando se arrodilló en la hierba húmeda rodeada por seres queridos que recitaban oraciones para el difunto.

Se suponía que estábamos juntos, dijo Baluch mientras las lágrimas corrían por su rostro.

Lo siento mucho, Mohammad. Lo siento mucho. Lo siento mucho, repetía.

Sharifi fue asesinado a tiros en el estacionamiento de un complejo de apartamentos en Hixson, donde acordó vender una consola de videojuegos a DMarcus White después de hablar con él en Facebook.

Era como si el mundo hubiera sido arrancado de debajo de mí. Sentí como si estuviera cayendo y no parara. Me desmayé, dijo Sara.

Cuando me desperté, pensé: No, esto es un sueño. Nos casaremos. Lo vi anoche. Lo vi.

Las enfermeras escoltaron a Baluch a la habitación de Sharifi, donde él estaba acostado tan pacíficamente, recordó.

No es justo. Le dije: lo siento tanto, no pude protegerte. Él me protegió todos los días, y no pude protegerlo, comentó.

Baluch dijo que días después de la muerte de Sharifi, asegura él ha venido a visitarla en sus sueños.

No me habla. Él sólo viene a mí y me abraza. Eso es todo lo que hace, dijo ella.

Estoy feliz. Estoy muy agradecido. Eso es lo más cercano que he estado abrazándolo. Pero quiero preguntarle: ¿estás bien?.

Nuestro amor tenía que existir en un mundo diferente, dijo. No podría existir aquí. Era demasiado perfecto, para ser todo real. Oh, Dios mío, él era perfecto, dijo llorando.






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