Rebelión antivacunas apenas inicia en EUA; policías y bomberos se niegan a inmunizarse

La rebelión antivacunas en Estados Unidos apenas empieza: policías y bomberos rechazan las órdenes de los gobiernos estatales y la mayoría de ellos alegan motivos religiosos para acatar esas medidas.

En California, más de 3,000 empleados del Departamento de Policía rechazaron la orden del gobierno estatal para vacunarse obligatoriamente, y alegaron objeciones religiosas para tratar de librarse de la inmunización.

En el estado de Washington, casi 90 policías, bomberos y otros empleados estatales presentaron una demanda el 10 de septiembre contra el gobernador demócrata Jay Inslee por la orden de vacunación obligatoria. Los demandantes afirman que cuando Inslee emitió una orden de vacunación el 9 de agosto, se excedió en la autoridad de su cargo y violó los derechos de los trabajadores estatales garantizados por la constitución del estado.

En Arkansas, un hospital se ha visto desbordado por tantas solicitudes de este tipo por parte de sus empleados que, al parecer, ha decidido no aceptarlas.

Es probable que este fenómeno crezca después de que el presidente Joe Biden impulse el nuevo mandato de vacunación para empleados federales y que abarcaría a más de 100 millones de estadounidenses, incluidos empleados del Poder Ejecutivo y trabajadores de empresas que prestan servicios al gobierno, o aquellas con más de 100 personas en nómina. A nivel federal, aún no está claro cuántos empleados federales han solicitado una exención religiosa. El Departamento de Trabajo ha dicho que la puede rechazar si eso acarrea una carga excesiva.

A nivel de los estados, los requisitos de mascarillas y vacunas varían, pero la mayoría ofrece exenciones para ciertas afecciones médicas u objeciones religiosas o filosóficas. El uso de tales exenciones, en particular por parte de los padres en nombre de sus hijos en la escuela, ha ido en aumento durante la última década.

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