Nuevo León

Autoridades desatienden a migrantes; sociedad de Nuevo León sale al quite

Ley de Migración en México marca que le toca al Gobierno Federal atender todos los temas de salud


  • 05
  • Octubre
    2021

Nuevo León.-La sociedad civil regia ha “sacado la casta” para salvar, dar cobijo y alimento a los haitianos que están llegando a Nuevo León, mientras las autoridades “brillan por su ausencia” para atender a los miles de migrantes que han llegado a la entidad.

Esto, a pesar de que la ley obliga a los gobiernos de todos los niveles -federal, de inicio; pero también estatal y municipales- a hacerse cargo del fenómeno migrante, por lo que tendrían que estar tomando acciones ante la ola de haitianos que en las últimas semanas han llegado a la metrópoli regia.

Específicamente, son los sacerdotes, auxiliados por ciudadanos y ONG´s, los que hoy en día “se hacen garras” para dar alojamiento, comida y hasta asistencia médica a por lo menos 1,400 personas de esa nacionalidad que arribaron a la entidad tras no lograr ingresar a los Estados Unidos.

La Ley de Migración dice en sus artículos 27 y 29 que son el Instituto Nacional de Migración (Inami), la Secretaría de Salud federal y el sistema nacional del DIF los que deben dar asistencia social, facilidades de estancia y protección a todos los migrantes independientemente de su estatus legal.

Además, dicha ley establece que esas autoridades federales deberán contar con el apoyo del estado y los municipios donde ocurra el fenómeno.

“En principio debería corresponderle al gobierno federal y todas las instancias de él, o sea atención en salud es al sector salud, desde la parte social a desarrollo social y así subsecuentemente. También la ley marca que cada uno de los actores deben de coadyuvar, en este caso en un segundo momento podríamos hablar de los gobiernos locales y hablamos de gobierno estatal y gobierno municipal”, indicó Gabriela Zamora, quien fue delegada del Inami en Nuevo León.

Pero no es así, esta ola migrante el principal refugio ha sido la Casa Indi, ubicada en la colonia Industrial, de Monterrey, y que dirige el sacerdote Felipe de Jesús Sánchez.

Ahí como pueden, familias completas se acomodan en plena vía pública en bolsas de dormir y bajo toldos que el mismo sacerdote ha conseguido.

Lo mismo hacen los presbíteros Luis Eduardo Villarreal, de Casa Nicolás, del municipio de Guadalupe, y Luis Eduardo Zavala, de Casa Monarca, de Santa Catarina, aunque ellos con menor demanda en esta oleada.

“Sabemos que el estado es el primer agente social indicado de resolver, diseñar una política pública que le dé gobernanza al fenómeno, pero el estado está rebasado, una porque no había voluntad política en el gobierno que salió y otra porque tiene que tocar base el gobierno entrante, entonces estamos en una laguna o vacío de atención al migrante por parte del estado”, dijo el sacerdote, Luis Eduardo Villarreal, de Casa Nicolás.

A Casa Indie casi todos los días llegan grupos de voluntarios que descargan donativos como comida, agua, ropa y cobijas.

Pero hasta el momento, a pesar de que se le ha buscado para abordar el tema, el delegado del Inami, José de Jesús Barajas, no ha presentado ningún plan para atender el fenómeno como tampoco lo han hecho el estado y el municipio.“

La sociedad civil, desde todas sus aristas, siempre ha salido a responder a problemáticas que los gobiernos no pueden o no quieren atender”, mencionó Zamora.

“La sociedad civil, los albergues, los centros de derechos humanos son los que están respondiendo ahorita a tal emergencia”, indicó el sacerdote y fundador de la Casa Nicolás, Luis Eduardo Villarreal.

Piden activistas no criminalizarlos

Los activistas como Luis Eduardo Villarreal, de Casa Nicolás, dijo que si alguna parte de la sociedad no ayuda, que tampoco perjudique a los migrantes.

Solicitó a la comunidad nuevoleonesa que no los vea como “invasores”, porque simplemente “son hermanos” que buscan una mejor calidad de vida.

“El apoyo que pedimos ante todo es la acción discriminalizadora, influir en la narrativa de la recepción de migrantes no como una oleada invasora, no como un intruso ilegal, sino como un fenómeno social que ha creado en la ciudad una crisis humanitaria a la cual hay que responder humanitariamente”, agregó Eduardo Villarreal.

¿Qué dice la ley?

La Ley de Migración dice que dependencias como el Inami, la Secretaría de Salud federal y el DIF nacional, auxiliados por estados y municipios, deben atender fenómenos migratorios

Artículo 27. Corresponde a la Secretaría de Salud:

I. Promover en coordinación con las autoridades sanitarias de los diferentes niveles de gobierno que, la prestación de servicios de salud que se otorgue a los extranjeros, se brinde sin importar su situación migratoria y conforme a las disposiciones jurídicas aplicables;

II. Establecer requisitos sanitarios para la internación de personas al territorio nacional, conforme a las disposiciones jurídicas aplicables.

Artículo 29. Corresponde al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, a los Sistemas Estatales DIF y al de la Ciudad de México:

I. Proporcionar asistencia social para la atención de niñas, niños y adolescentes migrantes que requieran servicios para su protección;

II. Otorgar facilidades de estancia y garantizar la protección y los derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes, independientemente de su nacionalidad y situación migratoria, garantizando el principio de unidad familiar y el cumplimiento de las medidas de protección para la restitución integral de derechos vulnerados de niñas, niños y adolescentes…

Gobierno estatal solicitará dinero a la Federación para atender a migrantes

Samuel García, gobernador del estado dijo que “no le sacará” al tema de migración, sin embargo remarcó que es materia federal, por lo que buscará el respaldo para generar un proyecto integral en apoyo a los migrantes.

Lo anterior, luego de la llegada de haitianos a la metrópoli que han saturado los servicios de atención en las asociaciones que les brindan ayuda.

El mandatario se comprometió a cubrir las necesidades básicas de momento, pero sostuvo que con ello no se arreglará la problemática, pues Nuevo León lleva años recibiendo entre 100,000 y 120,000 migrantes al año.

García precisó que existen dos posturas: verlos como una carga o como humanos que están batallando, y él opta por “darles la mano”.

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