Nuevo León

Los huecos de la ciudad; lugares donde habitan desamparados

Las personas en estado vulnerable, han tenido que ingeniar como sobrepasar el frío de la ciudad y tener un techo donde dormir, ante la falta de oportunidades.


  • 23
  • Diciembre
    2022

Bajo el frío concreto de los puentes vehiculares de Monterrey, decenas de personas en situación de calle adaptaron escondites para sobrevivir, y es en esa suerte de cuartos improvisados donde pasarán la onda gélida. En principales avenidas como Constitución y Gonzalitos, EL HORIZONTE detectó más de 15 puentes habitados. Aprovechando extensos huecos en las infraestructuras, las personas sin hogar se las arreglan para incluso equipar y acondicionar los espacios con muebles y prendas para sobrellevar la vida en la calle. Sin importar la altura del puente, cada hoyo es utilizado pese al riesgo, pues existen algunos que se ubican a más de cinco metros del pavimento. EL HORIZONTE logró ingresar a estos 'cuartos' y platicar con sus habitantes, muchos de ellos provenientes de otros estados de la República. 'Pasas fríos, lluvias, te dan temblorinos aún debajo del puente, y sin dinero está feo realmente. Lluvias y tormentas, está cabrón la calle, no cualquier chango vive en la calle porque hay que comer de la basura y darle pa adelante', platicó Raúl, un hombre del centro del país. El espacio que él adaptó cuenta con un viejo colchón que rescató y lavó con agua recolectada de diversos establecimientos de la ciudad. Dentro del hueco del puente en el que habita pueden verse sus tres cambios de ropa colgados, y un par de botas.El frío, sin embargo, es a veces el menor de los inconvenientes que enfrentan. Mario, originario del norte de México, y quien habita sobre un elevado puente, compartió que más que las temperaturas, su preocupación principal en estos momentos es la salud de su compañero. “Ahorita estamos sufriendo, pero arropándonos ahí, pero ese no es el único problema, también los bichos y las ratas; ahorita mi amigo está enfermo además porque hay mucho hongo aquí. Ahí vamos con lo que encontramos pepenando, hay veces que nos encontramos bolsotas de medicamento, aunque caducado, verdad, pero con eso”, dijo.Con diversos trasfondos, los entrevistados lamentaron la falta de oportunidades accesibles para salir de la situación en la que se encuentran.“Que ayudarán con trabajos, ojalá vinieran a estos lugares, pero no nada más a ofrecer alimento, verdad, porque hay mucha gente aquí que está capacitada para hacer muchas cosas, pero no tenemos los recursos para empezar”, platicó Mario.Para el padre Luis Eduardo Zavala, fundador de Casa Monarca, un albergue para migrantes en Santa Catarina, el fenómeno de las personas sin hogar obedece en cierta medida a procesos migratorios, y debe ser atendido con coordinación intergubernamental.“Estas iniciativas son las que deben replicarse en distintos municipios, y dejar de lado el antagonismo, dejar atrás la confrontación y el desencuentro. Las autoridades tienen un enorme reto frente a sus ojos y la única manera es construyendo una gobernanza migratoria local, regional y nacional para atender el fenómeno”, dijo el también doctor en Derechos Humanos.A nivel personal, agregó, cada ciudadano puede colaborar a mejorar la situación de las personas sin hogar, esto, a través de los espacios organizados que promueven su apoyo e incorporación a nuestra sociedad.“Hay albergues en Monterrey, hay muchas instituciones, pero se necesitan más; y la solidaridad de la gente a las casas del migrante representa mucho.“Buscamos derechos sociales, que no son una dádiva, sino una exigencia al Estado; es importante que la gente comprenda que hay espacio, lugar para todos y que el otro no es una amenaza, sino uno como nosotros, que busca mejores condiciones de vida”, puntualizó.


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