Nuevo León

Monterrey VI en NL es urgente; afirman evitaría desabasto

Monterrey VI es viable desde hace décadas, dice experto, pero no se ha hecho porque suele politizarse


  • 16
  • Diciembre
    2021

Nuevo León.-Con la posibilidad de que en enero se empiece a racionar el agua, expertos urgieron a “no darle más vueltas”a Monterrey VI y rescatar ya el proyecto, pues es la única alternativa que tiene el estado para garantizar el abasto de líquido a largo plazo.

Además, señalaron, si Nuevo León no lo aprovecha, otros estados que también padecen escasez de agua como Jalisco y Guanajuato lo van a hacer, y la Conagua podría redireccionar la concesión.

Sin embargo este proyecto también tiene detractores como Alfredo González, experto en hidrología, quien dice que es muy caro y que no es conveniente porque el agua está contaminada por descargas de todo tipo.

Humberto Armenta, presidente de la empresa Regiomontana de Construcción y Servicios (Recsa) dijo a El Horizonte que la viabilidad de traer agua del río Pánuco está comprobada desde el sexenio de Alfonso Martínez Domínguez, en los años 80, pero por cuestiones políticas se ha frenado, como ocurrió en el 2017 cuando era gobernador, Jaime Rodríguez.

“Entre más rápido se vuelva a estructurar un proyecto como el de Monterrey VI, pues más rápido vamos a solucionar el problema, ya no se le puede dar muchas vueltas, no hay otra solución.

“Desde hace 30 a 40 años, desde entonces ya todo mundo sabíamos que había que traer, tarde o temprano, agua de la cuenca vecina, no hay de otra. Va a haber que traer agua de la cuenca vecina”, expresó el empresario.

En contraste, Alfredo González, experto en hidrología quien dice que este proyecto es peor, porque se traería agua del que calificó el río más contaminado del país.

“Es peor, es un proyecto que de inversión tenía en 2014 alrededor 14 mil millones, luego cuando iban a iniciar el contrato subió a 17 mil millones de pesos, pura inversión.

“Es un proyecto que nace en el río Lerma, básicamente en la cota 3,500 sobre el nivel del mar y recorre alrededor de 1,000 kilómetros, llevando a cabo una serie de descargas de todo tipo, industriales, agrícolas, porcícolas y llega al mar formando uno de los principales afluentes del Pánuco, que es el río Lerma, entonces estamos hablando que es el río más contaminado de todo México”, consideró el también ingeniero civil.

Asimismo, González dijo que la única solución es extraer el agua de los pozos profundos que están a alrededor de 1,000 metros de profundidad y tienen la capacidad de abastecer hasta con 3 m³/s como mínimo.

No obstante, el expresidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (CMIC) en Nuevo León, insistió que el futuro alcanzó a nuestro estado pues la cuenca del Río Bravo, que es donde se surte de agua, está rebasada, por lo cual medidas como los pozos de agua en la ciudad o la Presa Libertad no solucionarán el problema.

“Meterle más popotes al mismo vaso y con cada vez más gente chupando el popote, o sea cada vez con más demanda de agua, pues no va alcanzar; vamos encaminados a un problema de falta de agua en toda la cuenca del valle del Río Bravo y sobre todo Monterrey porque no existe esa agua”, señaló Armenta.

La advertencia del presidente de Recsa ocurre en el contexto de que las presas del estado registran su nivel más bajo en décadas lo cual hizo advertir a Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) y a la Conagua que a principios del 2022 aplicarían cortes del líquido.

El Horizonte publicó el pasado lunes 13 de diciembre que AyD revalora retomar Monterrey VI, un proyecto consistente en construir un acueducto de 372 kilómetros para traer 473 millones de metros cúbicos (Mm³) de agua al año de la cuenca del Pánuco lo cual garantizará agua por 50 años con un aprovechamiento inicial de 6 m³/s de agua con la posibilidad de llegar hasta 15 m³/s.

El proyecto fue cancelado por el Bronco al argumentar posibles actos de corrupción, un elevado costo de $62,000 millones de pesos pagaderos a 27 años y posibles daños ambientales pues argumentaba que el río Tampaón, que es parte de la cuenca del Pánuco y de donde se traería el agua, no tenía suficiente líquido.

Además el martes pasado, El Horizonte publicó que la presa Libertad quedará rebasada, pues la demanda actual es de 15.9 (m³/s) y cuando se concluya, que se espera sea en el año 2024, se estima que será de 17.7 m³/s, y dicho embalse sólo aportará apenas 1.5 m³/s, los cuales están por debajo de los 1.8 m³/s en que crecerá la demanda, considerando un alza de 0.6 m³/s por año.

Recsa, propiedad de Armenta, era parte del consorcio encabezado por Grupo Higa, de Juan Armando Hinojosa, que iba a construir Monterrey VI.

Señaló que ya no tiene nada que ver con el proyecto pues cedió derechos y obligaciones por lo que su posición de que es urgente instrumentarlo no es por interés en el contrato sino porque Nuevo León se va a quedar si agua y otros sí la van a aprovechar.

“Cuando eso pierda vigencia y perdamos esa concesión, otra población -cómo lo puede ser-, muchas ciudades de México están con faltas de agua, como Guadalajara, León, Guanajuato, Celaya, muchas ciudades están viendo de dónde sacan agua para sus poblaciones.

“Si nosotros no aprovechamos el agua que nos había dado la federación del río Tampaón alguien más la va a solicitar y alguien más se la va a llevar y entonces ahora sía ver de dónde sacamos agua para Monterrey”, apuntó el empresario.

Manipulación política

Armenta indicó que es positivo que AyD nuevamente explore retomar el proyecto, pero urgió a no tardarse.

En su momento, dijo, este fue cancelado porque personas como el Bronco lo tomaron como “bandera política "sin pensar en el daño que le haría al estado.

“No se pudo porque, en mi opinión, la opinión pública fue manipulada por intereses político-electorales, ahí, por ejemplo, algunos de los candidatos al ver que ese proyecto ya lo había condenado, lo tomaron como bandera para sus campañas, la promesa de cancelarlo, como hizo el Bronco, que ganó luego, entonces ya cuando ganó su línea política era cancelarlo, ¿pero qué pasó?, nos quedamos sin la oportunidad de tener esa fuente de abastecimiento de agua.

“Básicamente se politizó porque hubo dudas de corrupción tanto de algunos socios del consorcio, como del propio gobierno saliente, del gobernador Medina, y entonces en esas acusaciones que se hicieron y señalamiento, se dudó de la probidad de la estructuración de este proyecto y se generalizó en la opinión pública una condena hacia el proyecto”, afirmó.


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