Nuevo León

No sirve 'Bronco-dron', ni contra crimen ni para medición ambiental: expertos

Aeronave no fue diseñada para combatir crimen ni medir aire sucio; de hecho, no puede volar en urbe


  • 14
  • Abril
    2019

Como un “juguete inservible”, así describen expertos en aeronáutica el dron que compró “El Bronco”.

Inservible, al menos, para lo que lo presumen. Y es que esta aeronave no tripulada, por la cual el gobierno de Jaime Rodríguez pagó $57 millones de pesos, no podrá usarse contra la delincuencia en la urbe, ni para monitoreo ambiental, que fue la última “ocurrencia” del gobierno.

Por sus especificaciones técnicas, el dron modelo UAV-MX1, desarrollado por la empresa mexicana Unmanned Systems Technology International (USTI), sólo sirve para vigilancia industrial o agrícola, en zonas no urbanas, o sea, en el campo.

Luego de que el sábado pasado el gobernador Jaime Rodríguez dijo que el dron también será usado para monitoreo ambiental, expertos consultados por el Horizonte salieron a desmentirlo.

Alejandro Escárpita, doctor en aeronáutica y especialista en diseño, construcción y operación de vuelos no tripulados, aseguró a El Horizonte, que el dron de $57 millones, además de tener prohibido por ley volar sobre zonas urbanas, no está equipado ni es el tipo de aeronave para realizar labores de monitoreo de la calidad del aire.

El experto explicó que las tecnologías de los aparatos como el adquirido por el estado, son diametralmente diferentes a las que se utilizan para medir los elementos contaminantes de la atmósfera.

“Tratar de hacer labores de seguridad y de aspectos ambientales con el mismo dron, equivale a que un camión recolector de basura realice trabajos policíacos”, aseguró.

Al enterarse de las intenciones del gobierno del Bronco de justificar la compra del dron que en un principio tenía labores de inteligencia y seguridad y ahora también se pretende ocuparlo en cuestiones del medio ambiente, Escárpita expresó que eso demuestra el gran nivel de improvisación de esa gente.

“Para empezar, el tipo de dron que compró el gobierno de Nuevo León no puede sobrevolar las áreas urbanas porque la Dirección General de Aeronáutica Civil solo autoriza vuelos no tripulados al Ejército o a la Marina y en casos muy especiales, a la PGR”, explicó.

Antes de entrar en cosas del medio ambiente -dijo- el gobierno estatal debería mostrar los permisos de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) para justificar de esa manera la labor de seguridad que ese aparato tendría.

“Pero si ahora salen con que además de seguridad e inteligencia, van a medir la calidad del aire, ese no es el tipo de aparatos que se requieren. Los estándares mundiales señalan que el indicado es un multicóptero equipado con sensores que miden la presencia de elementos contaminantes en la atmósfera. Las tecnologías más comunes para esta labor, pueden detectar los componentes químicos de la polución y ubicar en una cartografía las fuentes que la lanzan al aire”, subrayó.

Remarcó que "a estos drones se les llama espectómetros, son de seis hélices, despegan y aterrizan como un helicóptero y vuelan con parámetros distintos a los de la nave del gobierno de Nuevo León. Un equipo de estas características sí puede volar en zonas urbanas sin permiso de la DGAC".

Para hacer este tipo de mediciones se deben usar muchos aparatos simultáneamente; se les llama enjambres y se requiere un sistema que integre la información para ubicar las principales fuentes contaminantes y proceder a la remediación.

“Al enterarme de que quieren darle una función adicional de tipo ambiental, la pregunta es ¿quién está a cargo de una operación tan absurda como ésta y a quiénes están tratando de engañar?”, puntualizó. Y agregó que “los drones de monitoreo ambiental no requieren cámaras estabilizadoras, visión nocturna, ni enlaces de transmisión de datos de gran alcance.

Para medir la contaminación del aire se requieren solamente sensores de cuenten la cantidad y tipo de partículas contaminantes, es más, podrían utilizarse drones cautivos, y en seguida explicó cómo operan estos dispositivos”.

Escárpita, remarcó que estos aparatos “se mantienen conectados a su base a través de un cable que les provee energía y pueden elevarse a varios cientos de metros durante largos períodos de tiempo, lo cual es mucho más conveniente que hacerlos volar en forma autónoma y más si para este tipo de mediciones, un solo aparato no es suficiente”.

El software para controlar este tipo de mediciones es mucho más básico que el utilizado en labores de inteligencia o seguridad. Un Windows 7 conectado a un sistema Atom de Intel y con procesadores de 40GB son suficientes para la plataforma de las unidades de monitoreo ambiental.

“Un enjambre de espectómetros de seis hélices (cinco a 10 drones) es capaz de generar un mapeo tridimensional de la calidad del aire. Mediante una aplicación adicional que no cuesta más de un millón de pesos, ese mapeo aporta información tan precisa como ubicaciones de los principales contaminantes, tratándose de empresas y un porcentaje del grado de polución generado por las emisiones de los vehículos automotores, para que con ello la autoridad aplique las remediaciones respectivas”, comentó.

Pero se trata de aeronaves muy diferentes a la adquirida por el gobierno de NL. “Estas tecnologías no pueden ser adaptadas a un dron con fines estratégicos de seguridad e inteligencia”, enfatizó.

El especialista sugiere que antes de realizar cualquier compra, deben hacerse estudios y evaluaciones muy cuidadosas de los aspectos técnico-económicos y lo que es muy importante, definir qué se quiere hacer, porque no todo se puede con un solo tipo de dron.

“El mercado mundial para este tipo de aplicaciones se vuelve cada vez más específico y menos generalista. Es inaceptable que una autoridad quiera justificar una inversión que le fue cuestionada, tratando de agregarle otras aplicaciones. Esto es además irresponsable”, dijo Escárpita.

Y volviendo al dron del gobierno del Estado en su uso policial, el experto comentó que un equipo del peso del que fue adquirido no es la mejor opción, porque si a sus actuales 74 kilos se le agrega el equipo para hacer todo lo que dicen que va a hacer, sencillamente no lo van a poder despegar.

A pregunta expresa de cuál es el error más grave respecto a las características del dron mencionado, Escárpita respondió: “No cuenta con redundancia en sus sistemas propulsivos. Si falla un motor, el impacto contra el suelo está asegurado”.

Y esta es precisamente una de las razones por las cuales la Dirección General de Aeronáutica Civil es tan estricta respecto a conceder solo permisos a la Sedena, la Marina y eventualmente a la PGR, para realizar vuelos de naves no tripuladas sobre zonas pobladas.







Comentarios

publicidad
×