Imparten evangelización en capilla inflable en Juárez
El templo inflable se ha convertido en símbolo de resiliencia y fe, permitiendo a sacerdotes y seminaristas llevar la evangelización a comunidades sin templos.
- 04
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Agosto
2024
La fe mueve montañas y también parroquias. Así lo ha demostrado la Misión Parroquial San Juan Bautista, que sin una iglesia física, evangeliza con una inflable en Juárez, Nuevo León.
Desde hace cuatro meses, bajo la guía del Padre Luis Eugenio Castillo Leal, decenas de creyentes se reúnen todos los sábados a las 5:30 de la tarde en un parque público de la colonia Valle de Santa Isabel.
En este lugar, la iglesia inflable donada por el Padre Óscar Lomelín se ha convertido en un símbolo de resiliencia y fe, permitiendo que sacerdotes, diáconos y seminaristas lleven alivio y esperanza a comunidades sin templos.
La misa comienza con la instalación de ventiladores, bocinas, arreglos florales, mesas y hasta la hostia, todo colocado provisionalmente por un par de horas. En entrevista con Info 7 el Padre Luis Eugenio reconoció que no ha sido sencillo mantener esta iniciativa:
“El que tengamos esta capilla inflable es un lugar donde sentimos que el abrazo de Dios se extiende a través de todos los vecinos de Santa Isabel. El abrazo de Dios existe a través de tantas manos generosas que me apoyan y me hacen fuerte para levantar la capilla cada semana. Estoy agradecido con Dios por la capilla. Aunque no hemos podido construir aún el templo que el Señor merece, esta capilla nos ha unido mucho”, comentó el Padre Luis Eugenio Castillo Leal.
Además de la misa, la iglesia inflable se ha convertido en un punto de encuentro y apoyo para la comunidad. Voluntarios organizan actividades adicionales, como catequesis para niños y jóvenes, y eventos comunitarios.
La comunidad se ha adaptado bien a este recurso temporal. El equipo de liturgia, liderado por María Teresa Bárcenas, se coordina cada sábado para armar la estructura inflable y preparar todo para la misa:
“El equipo de liturgia, todos los sábados nos coordinamos entre todos para acomodar lo que es la capilla inflable bajar lo que es la lona que tiene una camioneta este armar lo que es la estructura este acomodar las banquitos para que la gente este se siente la misa este también apoyar al padre la lectura y todo”.
“Pero lo principal es la fe, o sea, no sabemos este cuando el municipio nos vaya a donar el terreno para esta capilla, pero lo principal es la fe. O sea, queremos construir primero que nada el templo espiritual, o sea que la gente venga aquí y se reúna más gente los sábados a las 5:30”, expresó Bárcenas.
Carolina Suárez, coordinadora de catequesis, también hizo un llamado a las autoridades y la comunidad para obtener el apoyo necesario:
“Necesitamos un terreno donde establecernos. Andamos de un lado a otro y ya se merece Dios un lugar digno. Llevamos más de 10 años sirviendo y necesitamos que nos echen la mano. Dios va a bendecir a todos los que nos apoyen, estoy segura de eso”, declaró Carolina Suárez
Seminaristas relataron que el impacto de la iglesia inflable va más allá de la misa semanal. Ha fomentado un sentido de pertenencia y solidaridad entre los vecinos de Valle de Santa Isabel, quienes han encontrado en este espacio un lugar para compartir sus preocupaciones y alegrías, fortaleciendo así los lazos comunitarios.
La comunidad sigue trabajando incansablemente para alcanzar su objetivo de contar con un templo propio. Han recolectado firmas y presentado los documentos necesarios al municipio, esperando una pronta respuesta. Mientras tanto, la iglesia inflable sigue siendo un testimonio de la fe y determinación de esta comunidad.
“Les pido de la manera más atenta y con mucha humildad y con mucho amor, Dios los va a bendecir, yo les estoy bien segura de qué es lo que ustedes apoyen para él, se lo va a regresar en muchas cosas y en el triple de lo que ustedes”, concluyó Suárez.
Con la firme esperanza de obtener un terreno pronto, la comunidad de Valle de Santa Isabel sigue reuniéndose cada sábado, fortaleciendo su fe y unidad a través de su iglesia inflable, mientras continúan trabajando para hacer realidad su sueño de un templo propio.
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