1985 y los derechos humanos
1985 y los derechos humanos
La película Argentina 1985 retrata de cuerpo entero la realidad vivida durante la dictadura argentina de Rafael Videla, un gobierno militar que se caracterizó por su desalmada y sistemática violación a los derechos humanos.
La película relata cómo fue el juicio entablado en 1985 a los militares de la dictadura militar, una vez restablecido el gobierno democrático con Raúl Alfonsín como presidente. El juicio fue favorable gracias a los desgarradores testimonios de civiles víctimas de toda clase de violaciones a los derechos humanos cometidos por la dictadura. Aunque suene increíble, en aquel momento de desapariciones permanentes, de allanamientos arbitrarios, de censura absoluta a la libertad de expresión, de persecución a aquellos en contra del régimen; había un sector de la población privilegiada y conservadora, que creía que los militares ponían orden y combatían criminales, razón por la que respaldaban al sistema y de ahí la complejidad del juicio.
La historia magistralmente protagonizada por Ricardo Darín nos recuerda la trascendencia de garantizar sin regateos los derechos humanos de la población. Cada país tiene su historia y sus muertos en el clóset. En México tenemos los nuestros. Podemos relatar la historia del 68, la desaparición de políticos, activistas y periodistas opositores al régimen en los 80, o más recientemente la guerra contra el narco que dejó un baño de sangre que aún nos persigue.
La violación a los derechos humanos en México en la era de Felipe Calderón, nos valieron cinco recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El caso Ayotzinapa ocurrido durante la administración del presidente Peña Nieto también fue motivo de recomendación de la CNDH por la desaparición de 43 estudiantes.
De nada sirven las recomendaciones si no se acompañan por la disculpa pública del Estado a las víctimas y la reparación integral del daño.
En ese sentido, en Nuevo León hemos sido testigos de dos actos de disculpa pública del gobierno de México, referente a dos graves violaciones a los derechos humanos cometidas en el sexenio de Felipe Calderón contra la población. En ambos casos, la disculpa llegó un sexenio después de la comisión de los actos de brutalidad y han sido realizadas por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de la Secretaría de Gobernación. La primera fue en 2019, sobre el caso de los estudiantes Jorge y Javier del Tecnológico de Monterrey, acribillados a la salida del Tec a manos de fuerzas federales y a quienes el presidente Calderón ofendió al decir que se trataba de criminales. El segundo fue en 2022 sobre el caso Casino Royale, ocurrido en 2010, la disculpa fue entorno a la responsabilidad del gobierno federal por no realizar la supervisión sobre las medidas de seguridad del recinto, lo que ocasionó que la gente no pudiera salir del lugar durante el ataque criminal. La trascendencia de estos actos de disculpa es crucial, ya que es un ejercicio para que la autoridad tenga presente que se deben respetar de manera total los derechos humanos de la población. Hace algunos días, el subsecretario Alejandro Encinas hizo un pronunciamiento sobre el caso Nuevo Laredo, en el que cinco jóvenes fueron atacados al parecer con uso excesivo de la fuerza por parte del Ejército, es el primer caso de este tipo que se presenta en esta administración, pero también es el primer caso del que tengamos memoria en el que el gobierno en funciones hace un análisis y reconoce faltas, excesos o violaciones a los derechos humanos, y eso debe reconocerse, pero también debemos hacerlo propio para no permitir que nunca más existan atropellos de la autoridad a la población. Por esa razón, como sociedad debemos acompañar las acciones de la CNDH y en lo local de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para exigir a la autoridad trato digno y de respeto a la población. Como dijo el fiscal argentino en 1985 al término de su mensaje al final del juicio, ¡nunca más!
@bupi
@IvonneBustosNL